Cultura

Almodóvar le declara su amor al cine

Es su película número 17 y la más cara, ha costado 12 millones de euros; ha sido su rodaje más duro y más largo, quince semanas entre Madrid y Lanzarote. Pero, ante todo, Los abrazos rotos es una "declaración de amor" de Pedro Almodóvar al cine, según confesó ayer el oscarizado director en la presentación pública del filme.

el 15 sep 2009 / 23:57 h.

Es su película número 17 y la más cara, ha costado 12 millones de euros; ha sido su rodaje más duro y más largo, quince semanas entre Madrid y Lanzarote. Pero, ante todo, Los abrazos rotos es una "declaración de amor" de Pedro Almodóvar al cine, según confesó ayer el oscarizado director en la presentación pública del filme.

No era el único que tenía un Oscar de entre las cerca de cuatrocientas personas asistentes a la multitudinaria presentación de la película. Allí había muchos periodistas, lo que más, pero también estaban los del equipo técnico de El Deseo, con Agustín Almodóvar al frente, y los protagonistas de la cinta: Blanca Portillo, José Luis Gómez, Lluis Homar, Rubén Ochandiano, Tamar Novas y, por supuesto, Penélope Cruz, recién llegada de Los Ángeles con su estatuilla.

Almodóvar, Penélope y Blanca coincidieron en que su primer deseo es que la película, que se estrena el miércoles, llegue al público, que "la entiendan y les emocione". "Espero que la gente vaya a verla, sé que hay mucha expectación, y eso ya es bueno. Que no se les haga larga y que les comuniquemos todas las emociones...lo sabremos la próxima semana", ha dicho Almodóvar.

Los abrazos rotos, dijo, es una "película romántica de historias cruzadas -las protagonizadas por Penélope Cruz, Lluis Homar, Blanca Portillo y José Luis Gómez- todas muy intensas. Pero la historia de amor que subyace en toda la peli, es mi historia de amor con el cine", de ahí que el director incluya referencias a cintas como Te querré siempre, de Rossellini; o a su Mujeres al borde de un ataque de nervios. Durante la historia, el personaje de Penélope, Lena, es una mujer maltratada por la vida que quiere ser actriz y que cae en los brazos de un magnate, José Luis Gómez, que le permite rodar a las órdenes de un director de cine ciego (Lluis Homar). La película que ruedan se llama Chicas y maletas y es una especie de revisión de Mujeres al borde de un ataque de nervios.

Almodóvar prefirió "usar algo de producción propia, que pudiera manipular. No es un auto-homenaje, pero no quería escribir una historia sólo para eso y destrozarla. Además, necesitaba una comedia para contraponerla al drama de los personajes", añadió, y de ahí surgió el corto que protagoniza Carmen Machi, La concejala antropófaga.

"En este cortometraje, que escribí durante el rodaje, me he podido explayar con más frescura y libertad", muy al estilo de Pati Difusa, comentó Almodóvar, para quien todas sus películas son su "patrimonio en todos los sentidos" y forman parte de su biografía. Pedro Almodóvar, que confesó que la parte de la que más orgulloso se siente del largometraje es "la puramente thriller y noir", pasó por un momento de compareciente en la rueda de prensa para ejercer de periodista preguntando uno a uno a sus actores: "¿Cómo os ha ido en el rodaje, que antes no me atrevía a preguntarlo?".

"Para mí ha sido fascinante -apuntaba Blanca Portillo-. Todos hemos puesto mucha alma y riesgo emocional, se han creado vínculos muy fuertes y eso lo respira la película. El momento final en el bar Chicota con gintonic, más gin que tonic, me daba miedo, pero no hay regalo más bonito que alguien te escriba tres páginas seguidas y te las confíe". José Luis Gómez no cree que "la fama de mandón de Pedro sea cierta". "Me lo he pasado bien rodando, pero ha sido dura mi pelea con Ernesto Martel (su personaje), porque es un individuo difícil de tratar".

Para Penélope "el rodaje ha sido duro, porque una de las pocas cosas -dijo- que comparto con mi personaje es mi amor al cine. Lena es una superviviente, una luchadora que necesita volar y, cuando cree que se van a cumplir sus sueños, no es así".

Lluis Homar, que da vida a un cineasta ciego, "tiene mucho que agradecer, porque le pusimos un entrenador y ahora está estupendo. Espero que conserves ese cuerpo", bromeaba Pedro con el actor, quien desvelaba que lo más duro fue el entrenamiento con un equipo de la ONCE, que incluso le llevó desde su casa a los ensayos con los ojos tapados en metro. Almodóvar confesó que se está "especializando en un tipo de drama que cada vez se hace menos, tan sólo cineastas como Von Trier y Kieslowski. Me gusta el género que habla de la condición humana, pero como reflejo de mi propia vida".

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