Después de varios años de conversaciones prácticamente bloqueada, Altadis ha retomado ya la negociación con el Ayuntamiento de Sevilla para buscar un uso a la que fuera su fábrica situada a la orilla del río en Los Remedios. El alcalde, Juan Ignacio Zoido, admitió ayer que el diálogo ya se ha iniciado, con reuniones con altos directivos de la compañía, y que en los próximos días se mantendrán contactos por parte de la Delegación de Urbanismo. "Se debe desbloquear la situación lo antes posible, algo que la empresa también tiene ganas de que se produzca", apuntó.
Pero esta solución si Zoido respeta lo incluido en su programa electoral gira sobre dos ejes. El primero, una modificación del Plan General de Ordenación Urbanística que blindó los terrenos para evitar la especulación de la fábrica de tabacos y un posible intento de negociación de plusvalías de forma que quedó calificado como zona de uso industrial. De este modo, se mantenía la premisa empleada en los casos de Heineken y Abengoa de que para obtener una recalificación sería necesario el mantenimiento de la industria, y no una salida como la protagonizada por la empresa de tabacos.
Esta situación obliga a una recalificación de los terrenos para poder desarrollar la propuesta incluida por Zoido en su programa electoral. Ésta contemplaba el diseño de un centro de arte contemporáneo, un auditorio, un centro cultural y un centro de día para personas mayores en los 31.095 metros cuadrados ubicados en Juan Sebastián Elcano que incluirían también un área para uso comercial de alrededor de 7.000 metros cuadrados. A esto se añaden un balcón hacia el río y una pasarela peatonal, que acabarían por configurar un estampa muy distinta de la diseñada en el planteamiento urbanístico.
El segundo eje pasa por negociar una oferta para Altadis que responda a sus intereses económicos. Durante toda la campaña, y ayer lo volvió a hacer, Zoido ha hecho alusión a que en otras ciudades gobernadas por distintos partidos se ha llegado a acuerdos con la fábrica mientras que en Sevilla ésto no se ha producido. La explicación es que el Consistorio, especialmente IU, no se mostró dispuesto a realizar concesiones a Altadis e incluso se optó por la vía de una expropiación que nunca se llevó a cabo.
Las recetas de otros municipios son variadas, pero siempre con un lugar común: una concesión de la ciudad a la empresa de tabacos. En Valencia, para convertir la antigua fábrica en suelo municipal la empresa recibió suelo para construir viviendas en otra zona, el mismo modelo que se siguió en La Coruña, donde el suelo de Altadis fue para VPO y a cambio se realizó una concesión a la fábrica que vendió a una promotora,y en Tarragona. En San Sebastian hubo simplemente una operación de compraventa por la que se vendió el edificio.
Zoido debe ahora negociar cuál será el modelo de Sevilla, pero en cualquier caso su planteamiento será muy distinto al mantenido durante estos años por los dos socios de gobierno.
