Cultura

«Ana Rosa hizo que me enamorase de la Feria de Sevilla»

Es valenciano, tiene 37 años y está pasando uno de sus mejores momentos. Se dio a conocer como uno de los chicos de Informativos Tele 5, hasta que hace unos años decidió decantarse por los programas, aceptando la proposición indecente de Ana Rosa Quintana. Es natural, gracioso y muy inteligente.

el 15 sep 2009 / 00:28 h.

-¿Ya ha salido del yoga?

-¡Qué va! Lo tengo más tarde. Ese ha sido mi descubrimiento de este año. No sabes la cantidad de Lesatil que me estoy ahorrando. Estoy más relajado, más flexible...

-¿Cómo consigue uno relajarse cuando le dicen que tiene que poner el dedo gordo del pie en la nuca?

-(Risas) Es que hay varios niveles. Yo a eso no he llegado.

-Donde sí que se le nota cada día más relajado es en el programa.

-Estás en lo cierto. Me siento tan en mi casa que muchas veces me dejo las llaves en el bolsillo. Me siento como en el sofá de mi salón.

-¿Qué le dice a la gente que no entiende que dejase los informativos por Ana Rosa?

-Pues que si lo piensa tanta gente, tendrán parte de razón.

-¿Se arrepiente?

-Para nada. Mira, por ponerte un ejemplo, la Semana Santa es maravillosa, pero también apetece la Feria de vez en cuando. Pues igual.

-Hablando de Feria... Es usted un enamorado de la Feria de Sevilla.

-Llevo visitándola cuatro años. Ana Rosa es la que me lleva siempre y es la que hizo que me enamorase de ella. Es algo que no se puede explicar. Ella me dijo: "Max, prepara unos cuantos trajes de chaqueta que nos vamos". Es llegar allí, montarnos en el coche de caballos, que me parece una maravilla y comer, beber, charlar... Es pura sabiduría.

-¿La Semana Santa la conoce también?

-Sí, por unos amigos que son de allí. Me sorprendió mucho la gente. Yo pensaba que era algo ordenado, que la gente iba detrás del paso, pero nada de eso. Es gente y más gente... Yo llegué a pensar que las cofradías nos perseguían a nosotros, porque aparecían por todos lados (risas).

-Decía que se sentía cada vez más a gusto, tanto que Ana Rosa le riñe de vez en cuando...

-Cada vez me riñe menos. Sabes lo que pasa, que somos iguales, a los dos nos gusta quedar por encima (risas). Siempre queremos tener la última palabra.

-¿Ha sido como su madre televisiva?

-No digas eso, ella es como... Ella es única, ella es la auténtica 'La Quintana'.

-Aunque tenemos que decir que la que lo descubrió fue María Teresa Campos.

-Es cierto, en un espacio en el que buscaba a jóvenes promesas de la televisión.

-¿Se iría con ella ahora que ha vuelto a Tele 5?

-¡Por Dios! Ese tema, lo dejamos. Ambas son maravillosas.

-¿Con qué recuerdo se queda de su etapa en informativos?

-Con toda la etapa de las Torres Gemelas, la guerra de Afganistán, la de Irak... Aquellas noches de trabajo las recordaré siempre. Dudo mucho que pueda volver a disfrutar de mi trabajo como lo hice en aquella etapa. Aquello pasará a la historia y yo tuve la suerte de contarlo.

-¿Qué es lo más duro de ser un personaje televisivo?

-La infidelidad de la gente, que confundan lo que tu eres durante un rato, con lo que eres realmente.

-¿Entonces no es como lo vemos?

-Claro que sí, pero también soy otras muchas cosas. La tele te hace una foto, y las fotos pueden llegar a engañar.

-¿Cómo es Maxim Huerta?

-1'86 metros, 90 kilos, moreno, valenciano, acuario y miope (comenta entre carcajadas).

- ¿Y qué es lo que más pesa de todo?

-Lo de los 90 kilos.

-Una duda. ¿Le ha dolido que no lo mandasen a usted a cubrir la baja de Mario Picazo en Supervivientes?

-M e ha dado rabia porque me vendría muy bien regresar moreno y más delgado, pero que hacía yo allí con las gafas empañadas todo el rato (carcajada). Los presentadores que tenemos gafas no estamos preparados para esos trabajos tan duros.

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