Hay consenso por parte de organismos nacionales e internacionales en que 2014 será el año en que se retornará al camino de la recuperación, pero Analistas Económicos de Andalucía, el servicio de estudios de Unicaja, ha preferido optar por la prudencia y en su última actualización de previsiones económicas, presentada ayer, mantiene su estimación de crecimiento para la economía andaluza en el 1,1 por ciento de su PIB para 2014, tasa que «se consolidaría en 2015». Una décima por encima del pronóstico para el PIB nacional (1 por ciento). Industria y servicios, con avances del 3 y 1,1 por ciento, respectivamente, aunque menos de lo esperado en la actividad industrial, serán los únicos sectores en positivo, frente a los descensos de agricultura (-0,2 por ciento) y construcción (-0,8 por ciento). En materia de desempleo, las expectativas mejoran pero de una forma muy liviana, con un exiguo aumento del 0,1 por ciento de la ocupación que subirá levemente en todos los sectores, salvo en la construcción, hasta contabilizar 2.457.000 ocupados y que se concentrará en la segunda mitad del año, puesto que en el primer semestre el empleo «continuará contrayéndose». Ese comportamiento, unido al descenso de la población activa, se traducirá, según Analistas, en una caída del desempleo del 2 por ciento. De este modo, la tasa de paro promedio de 2014 se situará en el 35,9 por ciento para la comunidad con una leve reducción de 0,5 puntos porcentuales, lo que se traduce en 27.900 personas, frente al 25,7 por ciento de España. La cifra de desempleados se situará así en 1.424.100. El PIB andaluz avanzará pero «no lo hará a un ritmo lo suficientemente intenso como para que la creación de empleo sea significativa», abunda el informe. Unicaja estima que el consumo de los hogares crecerá un 0,8 por ciento este año, seis décimas por encima de lo previsto con anterioridad en base a que el gasto de las familias en el último trimestre del año 2013 ha sido mejor de lo esperado, «creciendo el consumo privado en términos interanuales por primera vez desde el tercer trimestre de 2010». He ahí la buena noticia, ya que el año pasado este indicador se saldó con un descenso del 2,2 por ciento. No obstante, los autores del informe aclaran que la buena evolución del gasto dependerá del comportamiento del mercado laboral y de la renta disponible. Por ahora, esta recuperación de la demanda no se espera por parte de las administraciones públicas, cuyo gasto seguirá contrayéndose (-1,4 por ciento) y la inversión seguirá en tasas negativas (-0,9 por ciento). En el último trimestre de 2013 la economía andaluza registró un crecimiento del 0,1 por ciento respecto al trimestre precedente, lo que supone la salida técnica de la recesión, mientras que en el conjunto del ejercicio pasado, el PIB regional presentó un retroceso del 1,3 por ciento frente a la contracción del 2,0 por ciento con que cerró 2012. Esta cifra es más positiva que el dato recientemente aportado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de la Contabilidad Regional, que apuntaba a que el descenso del PIB andaluz el año pasado alcanzó el 1,5 por ciento. En relación al mercado laboral, en el último trimestre de 2013 el número de ocupados en Andalucía aumentó en 4.400 respecto a los tres meses anteriores por la aportación positiva del sector agrario. En términos interanuales experimentó una caída del 1,7 por ciento, lo que, unido al descenso de la población activa (-1 por ciento), se ha traducido en un mantenimiento de la tasa de paro en el 36,3 por ciento. Analistas estima que en 2013 todas las provincias andaluzas registraron una caída de la actividad, si bien de menor magnitud que el año anterior. En el cuarto trimestre de 2013, Huelva, Granada, Málaga y Jaén mostraron un leve incremento de entre el 0,4 y el 0,1 por ciento. Córdoba y Sevilla se anotaron un descenso de la actividad del -0,7 y -0,6 por ciento, respectivamente, y Cádiz y Almería (-0,4 por ciento).
