Por segundo año consecutivo, la economía andaluza creció en 2007 al mismo ritmo que la española, y no por encima. En concreto, el aumento del PIB regional fue del 3,8%, una décima menos que en el ejercicio anterior, con una construcción que cedió al sector servicios el papel de locomotora regional.
La desaceleración de la economía de Andalucía se dejó sentir en 2007, si bien el Producto Interior Bruto, el PIB o valor estadístico de toda la producción de bienes y servicios, apenas fue una décima inferior al marcado para el conjunto del ejercicio anterior. Un 3,8%, frente al 3,9% de 2006.
El ladrillo ya no es la locomotora de la economía regional, pues el crecimiento de esta actividad se limitó al 3,7% (el 5% un año antes), pues traspasó el protagonismo a los servicios, que se apuntaron el 4,3% (una décima anual más). No obstante, el mayor empuje procedió de la industria, del 2,5%, frente al 1,8% del ejercicio precedente, mientras que el campo y la pesca sufrió el mayor revés, al pasar su ritmo del 3,8% a sólo el 0,6%, según las series de datos facilitadas ayer por el Instituto Andaluz de Estadística (IEA).
Conforme avanzaba el año se iba notando más la ralentización. Así, y en comparación interanual (un periodo respecto al mismo del ejercicio precedente), la economía andaluza creció en el primer trimestre un 4,1%, un 3,8% en el segundo, igual porcentaje en el tercero y el 3,4% para el cierre. Donde más se notó fue en la construcción, pues comenzó 2007 con un holgado 5% y finalizó al 2,3% (es decir, menos de la mitad).
Las familias andaluzas consumieron menos y las administraciones, más. Éste sería el resumen al analizar la evolución de los componentes de la demanda interna. El IEA detalla que para los hogares, el aumento fue del 3,9%, cuatro décimas por debajo del contabilizado un año antes, aunque dos más que el promedio nacional. En cuanto al gasto público e instituciones sin ánimo de lucro, un 5,4% de impulso en 2007, cuatro décimas más que en 2006.
Lo que se define como formación bruta de capital, y que no es otra cosa que la inversión, se anotó un 4,1%, aunque acusó la incertidumbre al recortar este ritmo 1,2 puntos sobre 2006.
En un año con un petróleo en precios récords, el saldo exterior (diferencia entre exportaciones e importaciones) restó 0,80 puntos al crecimiento andaluz, mejorando así el -1,4% con que concluyó 2006, según el IEA.
Tras esta retahíla de porcentajes, ¿cuánto arroja el PIB de la comunidad? A precios corrientes (sin descontar, pues, el impacto de la inflación), 146.979 millones de euros, de los que 90.371 (61,5%) corresponde al sector servicios, 18.759 (el 12,7%), a la construcción; 15.529 (el 10,5%), a la industria, y, por último, 6.791 millones de euros, a las actividades agroganaderas y pesqueras (que representan un 4,6% del PIB andaluz).
