La Comisión Europea (CE) propondrá que Andalucía, junto con Castilla-La Mancha, Galicia y Murcia, sea catalogada como "región en transición" en la nueva política de cohesión 2014-2020, con un presupuesto total de 376.000 euros, lo que le permitirá seguir recibiendo hasta dos tercios de la ayudas que actualmente percibe de la UE. Hasta ahora, Andalucía era región Objetivo 1, las que más fondos acaparan para impulsar su convergencia, pero sus avances y la entrada en la UE de países en peor situación la han sacado de esa categoría, ya que su PIB está por encima del 75% de la media.
La Junta lleva meses defendiendo la necesidad de una transición que permita a Andalucía seguir recibiendo importantes ayudas, y así lo pidió el presidente Griñán en un viaje a Bruselas en febrero para reunirse con el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso.
Ayer, la Comisión Europea propuso crear una nueva categoría para las regiones con un PIB per cápita de entre el 75% y el 90%. En esta situación se encuentran Andalucía, Castilla-La Mancha, Galicia y Murcia. Para las tres primeras propone que reciban dos tercios de los fondos que hasta ahora percibían y Murcia algo menos. Extremadura mantendrá las actuales subvenciones por encontrarse aún bajo el umbral del 75% del PIB.
La propuesta, que incluye reservar un 5% del presupuesto para premiar a las regiones que mejor usen los fondos, será ahora discutida en el Parlamento europeo y los Gobiernos de los Estados miembros, por lo que la Comisión espera que se adopte a finales de 2012.
Desde el Gobierno andaluz, el consejero de Economía, Antonio Avila, calificó la propuesta de "buena noticia" porque recoge "uno de los elementos principales" que Andalucía consideraba "fundamental". Ávila defendió que la comunidad ha ejecutado "bien" los fondos desde 2007 y "ha cumplido" con los objetivos de las políticas de cohesión. Así ha alcanzado un nivel de desarrollo relativo que le permite "no ser ya región de convergencia", pero esta fórmula le permitirá seguir recibiendo importantes ayudas.
La propuesta de la Comisión Europea también prevé congelar las ayudas regionales a los países expedientados por déficit excesivo que no apliquen las recomendaciones de la UE para corregir la situación. El objetivo es prevenir futuras crisis de deuda.
Bruselas atiende así una de las propuestas formuladas en agosto -después de que el Banco Central Europeo comprara deuda de Italia y España- por la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy. El comisario de Política Regional, Johannes Hahn, aseguró que la congelación de los fondos estructurales y de las ayudas al sector pesquero es una medida complementaria a las multas de hasta el 0,2% del PIB recién aprobadas para los países incumplidores. Solo se aplicará "como último recurso" y no supone una "contradicción" con el objetivo prioritario de "ayudar al desarrollo de las regiones". La medida afectaría especialmente a España, el segundo país perceptor de fondos estructurales tras Polonia. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, ya expresó el año pasado su oposición a esta idea, que empezó a circular tras el primer rescate de Grecia.
Hahn defendió que España use los fondos en impulsar un nuevo modelo económico tras la crisis al ladrillo, aunque reconoció que hasta ahora ha impulsado infraestructuras y transportes que son "una buena inversión".
