Antonio Álvarez hizo el siguiente análisis tras la derrota: "En el primer tiempo tuvimos el balón pero faltaba presencia en ataque. De nada sirve la posesión si no tiramos a gol. Sacamos a Kanouté y el doble pivote para tener más presencia, circular el balón, pero salió todo al revés y el principal culpable soy yo”, dice el técnico, que no teme “absolutamente nada” sobre su futuro.
“Hemos hablado el presidente, Monchi y yo y hemos quedado en que el partido ya es historia. Tanto cuando ganamos como cuando perdemos es así. El presidente ha dicho que ganamos en Málaga e iremos a Alemania a ganar”, explica.
Según Álvarez, esto ha sido “un tropezón”, y asume su “culpabilidad”. “Por supuesto que podemos sacar esto adelante. Ya tengo ganas de estar en la ciudad deportiva para hablar con los jugadores y corregir errores”, dice el entrenador, que se ve capacitado para sacar la nave adelante: “Me enfada la acción del gol, una falta que sacamos y el equipo está mal colocado... Está todo trabajado, pero faltan algunas cosas y vamos a intentar que se pongan. Tras el gol hubo una desorganización grande. Sé lo que falla y estoy capacitado para arreglarlo. El Sevilla es una máquina que hay que volver a engrasar”.
