La falta de noticias sobre el paradero del cuerpo de Marta ya hace estragos en la familia. La templanza flaquea y aparecen los nervios. "Mi hija debería haber aparecido ya", afirmó ayer su padre, Antonio del Castillo. Sospecha que los detenidos han pactado la versión de que la tiraron al río y en realidad esté en otro lado.
No hay ni una crítica a la Policía Nacional, la Guardia Civil o la Unidad Militar de Emergencias en las palabras del padre de la niña. Entiende que el operativo se está "volcando" en la dura tarea de rastrear el Guadalquivir en busca de la menor, con más de 80 kilómetros de cauce. Sin embargo, una duda le acecha: "Marta debería haber aparecido ya" tras nueve días de trabajo. Del Castillo teme que el motivo de esa tardanza radique en que no se encuentra realmente en el río. Los acusados, dice, "han tenido muchísimo tiempo para ponerse de acuerdo" y pactar sus versiones sobre en qué punto exacto lanzaron el cuerpo al agua.
En declaraciones a Europa Press, se negó a valorar la veracidad del testimonio de Miguel, Samuel y Javier, que sostienen que arrojaron a Marta en una manta desde la pasarela que une Camas con la Cartuja. No obstante, insistió en que transcurrieron casi tres semanas desde que se cometiera el crimen y se consumaran los arrestos (del 24 de enero al 13 de febrero), por lo que "han podido ponerse de acuerdo" en muchos detalles de su relato, ya que el descubrimiento del cadáver, recordó el padre, es clave para determinar los cargos que pesarán sobre cada uno de ellos. Con el trabajo intenso de inmersiones por parte de buzos y el sondeo del río, no se explica de otra manera -dijo- que no haya resultados.
Sin embargo, la investigación policial apunta como poco probable que los detenidos pactaran una declaración. Sólo cabe una posibilidad: que lo hablaran todo con una frialdad pasmosa en el piso de León XIII donde Marta fue asesinada presuntamente por Miguel de varios golpes en la cabeza con un cenicero. Sólo tuvieron esos minutos ya que, según la Policía, a Miguel se le siguió la pista las 24 horas del día desde el día siguiente de la desaparición de la joven y en todo ese tiempo, hasta que fue arrestado, no entró en contacto nunca, ni en persona ni por teléfono ni por internet, con los otros detenidos en el crimen.
De hecho, su amigo Samuel le dejó un mensaje en la red social Tuenti en la que le pedía que se pusiera en contacto con él, porque no había manera de encontrarlo. El mensaje literal que envió a Miguel un día antes del arresto de éste fue: "Illo engo k ablar contigo no te preocupes no es na malo sólo ablar contigo xk no veas cómo está to el mundo...ok??". El jefe superior de la Policía Nacional en Andalucía Occidental, Enrique Álvarez Riestra, dijo el viernes, además, que está convencido "al 99%" de que la niña fue arrojada al río, pues los tres jóvenes han señalado el mismo lugar, exacto, sin saber que sus compañeros estaban detenidos ni que habían sido conducidos también a la pasarela.
