Local

«Aquí vivimos muertos»

"Aquí la vida no es vida, sino un desperdicio lúgubre de tiempo". En una carta dirigida a su madre y publicada por el diario colombiano Tiempo, la diputada franco-colombiana Ingrid Betancourt expresó su desesperación después de cinco años secuestrada por las FARC. La misiva empieza con una frase demoledora: "Aquí vivimos muertos".

el 14 sep 2009 / 20:56 h.

TAGS:

"Aquí la vida no es vida, sino un desperdicio lúgubre de tiempo". En una carta dirigida a su madre y publicada por el diario colombiano Tiempo, la diputada franco-colombiana Ingrid Betancourt expresó su desesperación después de cinco años secuestrada por las FARC. Cinco años privada de su bien más preciado, la libertad. La misiva empieza con una frase demoledora que ha conmocionado a Colombia: "Aquí vivimos muertos".

"Estoy mal físicamente, no tengo ganas de nada porque aquí en esta selva la única respuesta es no. Es mejor no querer nada para quedar libre, al menos, de deseos", relata en su escrito, en el que describe cómo el paso de los días mina su moral. "Antes me gustaba nadar en el río, pero hoy ni siquiera tengo alientos para eso", dice al señalar que está "débil y friolenta", como si fuera "un gato acercándose al agua".

Betancourt relata sus condiciones de vida y su alojamiento. Así, detalla que duerme "sobre una hamaca tendida entre dos palos, cubierta con un mosquitero y con una carpa encima, que oficia de techo". Además, enumera sus posesiones: el morral con la ropa y la Biblia. "Todo listo para salir corriendo", dice.

Las imágenes que el viernes hizo publicas la guerrilla de las FARC mostraban a una mujer delgada, demacrada por el tiempo y con una larga y escasa melena. Al aspecto físico se unió el escrito, que ofrece muestras palpables de su debilidad tras tantos años de cautiverio.

Calvario. "Aquí nada es propio, nada dura, la incertidumbre y la precariedad son la única constante", prosigue en su relato, en el que profundiza sobre aspectos puntuales como que "en cualquier momento dan la orden de empacar y duerme uno en cualquier hueco, tendido en cualquier sitio, como un animal". "Me sudan las manos, se me nubla la mente y hago las cosas dos veces más despacio de lo normal. Además, las marchas son un calvario porque mi equipo es muy pesado y no puedo con él".

Su misiva explica su preocupación por no perder la costumbre de seguir aprendiendo. Por eso, Betancourt pide desde hace tres años "un diccionario enciclopédico para mantener la curiosidad intelectual viva".

Políticos. Betancourt, que apeló a buscar la grandeza de su país, criticó a los políticos por llamar a los secuestrados por la guerrilla "leprosos" y por ser "políticamente correcto". También dedicó unas líneas a dar las gracias a los que intentaron su liberación: "a Piedad (Córdoba, senadora) y a Chávez (Hugo, presidente venezolano) todo mi afecto y mi admiración", manifiesta.

  • 1