El programa electoral de PSOE e IU recogía entre sus principales compromisos la descentralización: convertir los distritos en pequeños ayuntamientos. Las competencias han aumentado, pero también los atascos y las colas. Más de 200 personas soportan largas esperas todos los días en Macarena.
Cada día casi 200 personas, principalmente ancianos e inmigrantes, acuden a las oficinas del distrito Macarena. Desde dos horas antes de su apertura -establecida a las nueve y media de la mañana- se producen largas colas. Sólo se reparten números hasta las doce del mediodía y coger uno de los primeros es la única opción de no pasar toda la mañana en una sala de espera, amplia y con aire acondicionado, pero una sala de espera en cualquier caso.
A principios de esta semana, los trabajadores llegaron a avisar a la Policía Local por el inicio de altercados con los vecinos, que ven pasar varias horas antes de poder solicitar las informaciones requeridas o realizar los trámites pendientes.
Los empleados se sienten desbordados. Hay siete plazas recogidas en la Relación de Puestos de Trabajo, tres jefaturas y cuatro auxiliares, que son quienes atienden en las ventanillas. Pero las bajas tardan en cubrirse, y en el mes de agosto pueden llegar a quedarse en la mitad.
Pese a esto, y al contrario que en otros servicios públicos y privados, la cifra de usuarios no desciende. Según los datos del último mes, en el mes de julio se han incrementado: más de 150 números repartidos al día, cifra a la que hay que añadir otros tantos que acuden al punto de información de las empresas municipales.
Todos se juntan en la sala de espera, y tienen que ser atendidos por un guarda de seguridad que hace las veces de repartidor de números y de una auxiliar que ejerce de vocera, llamando a gritos uno a uno a los números a los que les corresponde.
"La primera vez que vine me tuve que dar la vuelta. Hoy llevo ya más de media hora sólo para informarme de los trámites que debo realizar para acceder al bonobús solidario. En otros sitios hay una oficina previa de información, para no tener que llegar hasta la ventanilla", explica William Vavillas.
En su caso, acudía al punto de información de las empresas municipales, donde las colas han aumentado estos días después de que Tussam haya realizado un buzoneo a centenares de beneficiarios del título gratuito de transportes de pensionistas al detectar datos erróneos.
La petición de William es también una de las demandas de UGT que reclama una persona que atienda de forma previa para los usuarios, que se cubran todas las bajas y un aumento de la plantilla, dadas las circunstancias específicas de Macarena: un distrito grande, con muchos ancianos e inmigrantes y al que acceden vecinos de otros barrios. El sindicado reclama además leves mejoras, como poner un dispositivo digital para los números.
Desde la dirección del distrito restan importancia a los problemas en Macarena. Consideran un elemento positivo que mucha gente acuda a estas oficinas, destacan la buena atención que reciben y ven adecuado el número de trabajadores existentes. Y se han adoptado medidas de mejora, como habilitar el salón de actos como una amplia y cómoda sala de espera.
