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El Betis, tras dos derrotas seguidas en dos visitas consecutivas a la capital del país, continúa en la zona europea en plena segunda vuelta. Si la temporada se cerrase hoy mismo y la UEFA mantuviese su sanción al Málaga, el equipo de Pepe Mel estaría clasificado para la ronda previa de la Liga de Campeones. Nada que objetar, por tanto, a lo que han hecho y conseguido los verdiblancos hasta ahora. Pero una vez ensalzado el contexto hay que empezar a ser muy crítico con la coyuntura que atraviesa, o padece, el Betis. No anda bien la máquina desde hace un par de semanas y, sin caer en el catastrofismo ni proclamar el apocalipsis, resulta evidente que Mel debe repostar inmediatamente para que el AVE hacia Europa recobre su velocidad punta y no acabe transformado en un simple Cercanías. De las muchas soluciones que puede tener el problema, colocar a Beñat de mediapunta no parece la más idónea. De hecho, ni siquiera es una solución. No le gusta recibir de espaldas, no es rápido y no regatea. En el Calderón cometió la friolera de once pérdidas. Igual que la semana antes en Vallecas, donde sí jugó en su puesto natural. Así pues, clama al cielo el malísimo estado de forma del eje alrededor del cual debería girar el juego del Betis. Que Mel lo ubique tan arriba para librarle del ahogo al que venían sometiéndolo los adversarios o para liberarle de la tarea defensiva, que visto está que no le sienta nada bien, es legítimo, pero lo legítimo no siempre es lo conveniente.
La mala temporada de Beñat ya ha generado el primer aviso. Se lo ha dado Vicente del Bosque, que ha prescindido de él para el próximo amistoso de la selección. La pregunta es: ¿Pepe Mel debe o puede mandarle alguna advertencia similar? De momento lo ha convertido en un asiduo de las sustituciones. La diferencia, sin embargo, es obvia: si el seleccionador no lo convoca, tiene a Xavi, Iniesta, Xabi Alonso, Cesc, Iniesta y demás campeones del mundo; pero si el entrenador del Betis lo manda al banquillo, ¿a quién recurre? Y la pregunta no vale sólo para el técnico, sino también para la dirección deportiva. Por lo que pueda ocurrir en verano, claro. A la espera de una respuesta, lo único seguro es que el Betis necesita a Beñat. Pero no de mediapunta.
