Rodas, que será titular, junto a Adán y Lolo Reyes en el entreno de este sábado / Foto: Manuel Gómez
De nuevo inmerso en dudas que tienen mucho que ver con el juego y bastante con los resultados, a pesar de su todavía vigente racha de trece jornadas sin perder, el Betis regresa hoy al Villamarín para afrontar una encrucijada con una sola salida hacia el ansiado ascenso: vencer al Valladolid. En cuestión de siete días, el conjunto verdiblanco se enfrentará a dos rivales directos, primero los pucelanos y luego Las Palmas. Este es el primer motivo para considerar esta coyuntura como un cruce de caminos clave. O como la primera parte de una final no decisiva, por lo mucho que queda aún, pero sí fundamental. Otro es el balance particular frente al Valladolid, que se inclinará a favor de quien venza por el 0-0 de la primera vuelta en Zorrilla. Yel tercero es ese insatisfactorio momento del conjunto de Pepe Mel, que no pierde pero que casi no gana y que se ha acostumbrado a jugar muy mal al fútbol.
En la última comparecencia casera del Betis, también frente a un adversario directo, los aficionados verdiblancos pudieron saborear uno de los mejores encuentros de la campaña por parte de los suyos, que batieron al Girona con una demostración de intensidad envidiable y brillantez futbolística a ratos. Ese es el camino y así se lo ha repetido Mel a sus hombres una y otra vez. El problema es que una semana más tarde de aquella exhibición llegó el Mirandés, undécimo por más señas, y el Betis volvió a ser una caricatura. Yel problemón es que esa ha sido la imagen más frecuente de los verdiblancos de un tiempo a esta parte: si hay quien lo duda, que revise los encuentros contra el Albacete, la Ponferradina o el Numancia.
El caso es que el Betis sólo ha conseguido una victoria en los cinco últimos partidos. El Valladolid de Rubi, al contrario, ha ganado tres de sus cuatro últimos compromisos. Además, viene de golear al Sporting (3-0) y colocarse segundo, con lo que aspira al liderato en una jornada que incluye otro gran duelo en la zona VIP de Segunda, el Sporting-Las Palmas. Desde el punto de vista bético, el liderato está imposible, pero no así el coliderato. Eso sí, gracias al equilibrio que ronda esa zona noble, un triunfo le asegura escalar dos puestos como mínimo, pase lo que pase en El Molinón, y el regreso al ascenso directo si el Girona no ganase en el campo de la Ponferradina.
El Betis, sin el sancionado Bruno pero con Jorge Molina y Lolo Reyes de vuelta tras sus sanciones, intentará recuperar su mejor versión, sobre todo la ofensiva, mermada a más no poder por el pésimo nivel de Rubén Castro (cuatro jornadas consecutivas sin marcar y un solo gol en las siete últimas) o el bajón de Dani Ceballos. Falta le hará, porque el Valladolid es el equipo que mejor defiende de todos los aspirantes al ascenso y en general de toda la categoría. Sólo ha encajado 20 goles, pero es algo más que eso. De hecho, tiene el segundo mejor ataque (43) y en ese equilibrio de líneas presenta el mejor balance de Segunda: +43. El conjunto blanquivioleta llega con su goleador Óscar (12) en plena forma, recupera al exbético Jonathan Pereira (4 en sólo 7 partidos) tras una sanción y en cambio pierde por lesión a Mojica, tercer realizador de su plantilla (7).
REAL BETIS: Adán; Molinero, Héctor Rodas, Jordi, Varela; Portillo, Xavi Torres, N'Diaye, Dani Ceballos; Jorge Molina y Rubén Castro.
REAL VALLADOLID: Javi Varas; Chica, Rueda, Valiente, Peña; Álvaro Rubio, Timor; Leao, Óscar, Hernán Pérez; y Jonathan Pereira.
Árbitro: José María Sánchez Martínez (Colegio Murciano).
Estadio: Benito Villamarín.
Hora: 12.00. TV: Canal+1.
