Borrell, quien renunció a ser candidato a la Presidencia del Gobierno en el año 2000 por verse afectado por un escándalo de presunto fraude fiscal en el que estaban implicados dos de sus excolaboradores en Hacienda, ha señalado que él hizo lo que tenía que hacer en ese momento. "En la vida hay que asumir las responsabilidades llamadas políticas, en el sentido de que tú no has hecho nada, pero no has podido evitar que en tu entorno ocurrieran cosas que te afectan", ha indicado.
En una entrevista con Canal Sur Televisión recogida por Europa Press, ha señalado que no se arrepiente de su dimisión en su día y que cree que es lo que "deberían de hacer otros muchos hoy". Para Borrell, es bueno la práctica de la dimisión cuando se incurren en responsabilidades políticas, apuntando que los delitos se juzgan y sancionan en los tribunales, pero la responsabilidades políticas se dilucidan delante de los ciudadanos.
"La dimisión es una forma de asumir las consecuencias de los errores que se cometen o de las circunstancias que uno no puede evitar que tengan lugar", según ha señalado Borrell.
En cuanto a si ha echado en falta dimisiones en el PSOE por el caso Ponferrada, ha manifestado que sin restarle importancia al mismo, es un caso que se ha "magnificado y amplificado mediáticamente". "El acompañamiento mediático ha sido muy superior, proporcionalmente hablando, que al que correspondería a otros, aunque no lo quito ninguna importancia", ha señalado.
Según Josep Borrell, ese hecho se compara con otros hechos, ha tenido una repercusión "no solo por el hecho en sí, sino por las consecuencia que podría tener en la estructura política del PSOE". "Eso se ha mediatizado mucho como palanca de un cambio en el PSOE", según ha señalado.
El expresidente del Parlamento Europeo y exministro español, el socialista Josep Borrell, ha lamentado este viernes que ni el anterior Gobierno del PSOE ni el actual del PP hayan sabido reaccionar antes para hacer frente al problema de los desahucios generado por la legislación hipotecaria española, que se ha confirmado que vulnera la normativa comunitaria.
En una entrevista con Canal Sur Televisión recogida por Europa Press, Borrell ha manifestado que la sentencia del Tribunal Superior de la Unión Europea en relación con la normativa hipotecaria española ha puesto de manifiesto que la tan "denostada Europa sirve para algo" y dicho tribunal, situándose por encima de los conflictos españoles y al margen de las "presiones" que hace la banca en este país, ha dictado una sentencia trascendental.
"Por lo tanto, bienvenida sea Europa y agradezcamos que exista", según ha expresado Borrell, quien se ha preguntado cómo es posible que esto no se haya arreglado antes.
Ello ha podido deberse, según ha agregado, a que como en los años de bonanza no teníamos el drama de los desahucios "no se echaba en falta de la norma hipotecaria no estuviera adaptada a la normativa europea y ha sido cuando realmente el lobo ha venido cuando nos hemos dado cuenta de que no funcionaba".
Ha insistido en que es "lamentable que en los últimos años no se hayan tomado medidas, que se podían haber tomado, sin más que adaptar nuestra legislación a la comunitaria".
Para Borrell, todo el problema de los desahucios demuestra, según el expresidente del Parlamento Europeo, que la política se hace muy tutelada por los poderes económicos. Ha apuntado que si los partidos, los parlamentos o las instituciones políticas no han reaccionado antes ha sido, sin duda, "por el santo temor a cuestionar los intereses en juego".
Según Josep Borrell, España es un país donde hay grandísimos poderes ecomómicos con una enorme inflfuencia, como la banca o el sector eléctrico, y "mediatizan las decisiones políticas".
Ha insistido en que cuando no se desahuciaba a nadie y no se paraba de construir pisos, no se echaba en falta que la norma no estuviera adaptada a la realidad, pero en los últimos cuatro años, tanto con gobiernos del PSOE como del PP, ha habido 400.000 desahucios en este país, "más que suficientes para que los responsables políticos" reaccionaran, si bien no lo hicieron, seguramente "por temor" a las consecuencias sobre el sistema financiero.
"Ha pesado eso más que la situación de dramática indefensión de mucha gente", según ha recalcado el expresidente del Parlamento Europeo.
