El 'Big Three' de los Celtics de Boston sepultó a los Lakers de Los Ángeles en el primer partido de la Final de la NBA, exhibiendo una gran defensa y mucha concentración en los momentos clave.
Kevin Garnett (24 puntos y 13 rebotes), Paul Pierce (22 tantos) y Ray Allen (19) fueron los grandes protagonistas del duelo, eclipsando la labor de Kobe Bryant (24 puntos) y Pau Gasol (15 tantos y ocho rebotes).
El español fue quien estrenó el marcador en esta Final, cuyos primeros compases mostraron a dos equipos sólidos, con pulso y nervios de acero, además de una exigente defensa de Ray Allen sobre Bryant, que falló sus tres primeros lanzamientos.
Entre Allen, Garnett y el base Rajan Rondo los locales cimentaron las primeras rentas (21-14), pero la entrada de Jordan Farmar y Sasha Vujacic en las filas californianas igualó la contienda.
La intensidad a ambos lados de la pista de Garnett, que concluyó la primera mitad con 16 puntos y seis rebotes, llevó en volandas a los Celtics hasta que la ofensiva visitante despertó.
Si bien Boston fue capaz de contener la producción de Bryant (ocho tantos al descanso, en una serie de 3/10 en tiros), no pudo evitar que Fisher devolviera la ventaja a los angelinos y un muy activo Gasol, desde la personal, la estirase hasta un 44-49 a un minuto para llegar al ecuador.
Paul Pierce hizo resurgir al Garden en el tercer cuarto con un triple impresionante (52-51), aunque luego se retiró con molestias en la rodilla derecha, mientras el pívot Kendrick Perkins sufría un esguince en el tobillo izquierdo.
Los Lakers veían el cielo despejado, pero Pierce regresó y encadenó dos triples consecutivos (75-71, m. 35), que unidos a la superioridad en el rebote de los locales (34-22) permitió a los Celtics situarse a ocho (86-78), la mayor renta del partido.
Los de Jackson fallaron hasta siete lanzamientos seguidos y, aunque Gasol estrechó el resultado (91-86), un salvaje mate de Garnett sentenció el encuentro.
