Juan Jiménez, rector de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, y Emilio Botín, presidente del Banco Santander, firmaron ayer un acuerdo que pretende promover la movilidad, el rendimiento académico y el uso de las nuevas tecnologías en el campus. Renovaron así la colaboración que mantienen ambas instituciones desde 2001.
La aportación del Banco Santander se destinará en parte a la concesión de ayudas que incentiven el estudio entre los alumnos, y a becas para universitarios iberoamericanos interesados en realizar su doctorado en la Universidad Pablo de Olavide.
En su intervención, Botín se refirió a la situación actual que atraviesan las universidades españolas. Negó que la sobrecualificación de los universitarios sea un problema, pues comentó que "no es aceptable que se diga que este factor dificulta el acceso al mundo laboral". Según el director del banco Santander, "lo que hay que hacer es redefinir, reestructurar y canalizar sus conocimientos de la manera más efectiva posible". También dejo claro que confía en las instituciones universitarias y calificó de "error" el recorte de gastos hacia éstas. Por último, quiso demostrar su compromiso con dichas instituciones: "Quiero que tengáis la seguridad de que seguiremos dedicando lo mejor de nuestros recursos y equipos a que esta colaboración con el Banco Santander proporcione los máximos beneficios académicos y científicos hacia la comunidad universitaria".
El acuerdo recogió, además, el apoyo del Banco Santander a iniciativas que fomenten la implantación en la universidad de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, entre las que destaca el desarrollo de su campus virtual inalámbrico, así como el impulso a la comunicación 2.0 en la Universidad Pablo de Olavide.
Por otro lado, anunció que se mantendrá la emisión por parte de Banco Santander de la Tarjeta Universitaria Inteligente (TUI), que sirve como credencial identificativa para la comunidad de la Universidad Pablo de Olavide.
La TUI, que incorpora los últimos desarrollos de la tecnología chip, puede ajustar sus funcionalidades a las necesidades específicas de la universidad, y facilitar, entre otras gestiones, el préstamo bibliotecario o el control de acceso a determinados recintos, entre otras utilidades. Banco Santander cuenta con una gran experiencia en la prestación de este servicio, y en este momento casi cinco millones de universitarios de más de 200 universidades en el mundo utilizan un carné desarrollado por el banco en colaboración con cada centro universitario.
La colaboración en estas y otras iniciativas de la Universidad Pablo de Olavide a través de su división global Santander Universidades, fomentan actividades que vertebran la acción social del banco y le permiten mantener un vínculo estable con más de 900 instituciones académicas.
