Economía

Bruselas no logra atajar el miedo desatado en las bolsas por el FMI

El Íbex 35 se anota la tercera mayor caída del año, un 4,69%, y la prima de riesgo se dispara por el vaticinio de otra recesión.

el 05 sep 2011 / 14:23 h.

Nueva jornada negra en los parqués. Varios inversores en la Bolsa de Madrid, en una imagen de archivo.

El augurio lanzado por la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, advirtiendo del riesgo de una recesión global "inminente" causó su efecto y devolvió ayer el pánico a los mercados. De poco sirvió que matizara sus palabras al asegurar que es una situación que aún puede evitarse.

Las bolsas, tan susceptibles a los mensajes negativos y tras un mes de agosto para olvidar, reaccionaron con fuertes desplomes que superaron el 4% en toda Europa, salvo en Londres, donde el recorte fue del 3,2%. En España, el Íbex 35 se dejó en el parqué un 4,69% -la tercera mayor caída en lo que va de año-, al filo de perder la cota de los 8.000 puntos (cerró en 8.066,50) y con la prima de riesgo disparada a los 340 puntos básicos.

No convenció el mensaje tranquilizador que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se apresuró a enviar desde Australia, descartando la posibilidad de que la UE sufra otra recesión económica, ya que se espera un crecimiento -aunque "modesto"- del bloque comunitario.

En este sentido, aseguró que tanto la UE como el euro son "fuertes y resistentes". "Quiero ser muy claro en esto", remarcó. Una línea que reforzó la canciller alemana, Angela Merkel, que no se plantea que ningún país de la Zona Euro vaya a abandonar la moneda común y advirtió de que esta circunstancia provocaría un peligroso "efecto dominó". "Desde un punto de vista técnico y legal no hay ninguna posibilidad, pero tampoco pienso sobre ello porque podríamos desencadenar un efecto dominó que sería extraordinariamente peligroso para nuestro sistema monetario", dijo.

Además, Durao Barroso aseveró que las autoridades comunitarias hacen todo lo posible para aliviar las preocupaciones económicas sobre la Eurozona, sobre todo las referentes a los problemas de deuda y a la gobernanza económica del grupo.

Un ejemplo de ello, la intervención del Banco Central Europeo (BCE), que invirtió la semana pasada 13.305 millones en la adquisición de deuda soberana de los países de la Zona Euro, según anunció la entidad presidida por Jean Claude Trichet, que ha destinado 129.000 millones desde mayo de 2010 al programa de compra de bonos en los mercados secundarios de deuda.

De este modo, el BCE ha duplicado el volumen de sus compras de bonos soberanos respecto a la semana pasada que, según los analistas consultados, se habrían centrado nuevamente en deuda de España e Italia, cuyas primas de riesgo se vieron ayer especialmente afectadas por la situación, ya que los inversores corrieron a refugiarse en los bonos alemanes.

Los bancos comerciales de la Zona Euro depositaron el viernes en el BCE un total de 151.097 millones, la cifra más alta registrada desde agosto de 2010, según los datos de la entidad. El BCE remunera el dinero depositado por los bancos de la Eurozona al 0,75%, muy por debajo del 1,50% del precio oficial del dinero, lo que constata una creciente desconfianza entre los bancos, que optan por la mayor seguridad en vez de prestarse entre ellos y obtener un mayor rendimiento.

En este contexto, el parqué de Fráncfort cedió un 4,9%, Milán un 4,8% y París un 4,4%, mientras que el selectivo español llegó a perder el nivel psicológico de los 8.000 enteros en el transcurso de la sesión. De los grandes valores, Repsol retrocedió un 6%, Santander un 5,94% y BBVA un 5,79%, mientras que Telefónica se comportó mejor que el índice (-4,29%), al igual que Endesa (-3,51%). Sacyr (-7,62%) y Arcelormittal (-7,47%) coparon los puestos de cola. Mientras, el euro continuó perdiendo posiciones y se cambió a 1,4097 dólares.

Los inversores estarán pendientes esta semana de diversas citas clave, como el plan de estímulo económico que presentará mañana el presidente de EEUU, Barack Obama, y la reunión del BCE al día siguiente, así como de la lista de los bancos que participarán en el rescate de Grecia que se conocerá el viernes.

Cerca del abismo. Y, por si fuera poca la desconfianza, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, reveló ayer que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, admitió en la reunión que mantuvo con los agentes sociales el 17 de agosto que la economía estaba "al borde del abismo", cerca de un "rescate" por parte de la UE y el FMI. "Nos dijo que [la economía] estaba muy mal, que él la había visto al borde del abismo, en forma de rescate", aseguró Toxo.

En declaraciones a TVE, el secretario general de CCOO no quiso hacer una "lectura tan drástica" como el FMI de la situación económica de Europa, si bien afirmó que se está entrando en un terreno de "crecimiento económico plano", con lo que los efectos sobre el paro permanecerán "durante mucho tiempo".

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