El consejo de administración de SOS no eligió ayer consejero delegado. Las cajas andaluzas y la madrileña chocaron al buscar al próximo hombre fuerte de la empresa, aunque se deslizaron nombres andaluces para que sean tenidos en cuenta por la consultora que se encargará de proponer los perfiles idóneos.
Tensa fue ayer la reunión del consejo de administración de SOS, aunque al exterior sólo trascendió una nota de prensa en la que, para apaciguar los ánimos, relataba la buena evolución del negocio de la compañía y mostraba su confianza en llevar a buen puerto la renegociación de la deuda que acumula el grupo y que, en estos momentos, es su talón de Aquiles.
Sin embargo, se quedó en blanco la designación del consejero delegado, que era precisamente la decisión más importante, habida cuenta de que el mercado (los inversores, pero también la banca acreedora) espera como agua de mayo ver quién, a partir de ahora, será el hombre fuerte de la empresa, pues Vicente Sos, aunque sustituyó al destituido presidente Jesús Salazar y tiene rango ejecutivo, es una persona de consenso y no llevará las riendas del día a día del grupo.
En ese encuentro, las cajas de ahorros andaluzas, que adquieren más relevancia en el consejo ya que son los segundos mayores accionistas -y serán los primeros cuando la familia Salazar diluya su participación una vez que se amplíe capital-, chocaron frontalmente con Caja Madrid al intentar aquéllas colocar a un personaje afín para el puesto de consejero delegado, un cargo que ejercían hasta hace quince días Jesús Salazar y su hermano Jaime, ex vicepresidente de SOS.
El no de la entidad madrileña (tiene el 10,5% del capital, frente al 24,13% que suman Unicaja, Caja Granada, Cajasol y Cajasur) fue rotundo, primero por el temor al control que ejercerían las entidades andaluzas, y segundo debido a la deuda pendiente por la compañía alimentaria con la caja presidida por Miguel Blesa.
El encontronazo desencadenó una opción salomónica, la de demorar el nombramiento hasta que una consultora especializada tantee y proponga nombres y se determine si el cargo de consejero delegado puede ir o no desvinculado del presidente ejecutivo (o del vicepresidente).
Fuentes financieras comentaron a este periódico que en la búsqueda del hombre fuerte se había deslizado sobre la mesa el nombre de Francisco Vallejo, ex consejero de Innovación de la Junta de Andalucía, y que habría sido recomendado por Antonio Pulido, presidente de Cajasol, a través del representante de ésta en el consejo. Vallejo, sin embargo, dijo ayer no estar al corriente y recordó que está sometido al régimen de incompatibilidades de altos cargos del Gobierno regional, y quedaría imposibilitado, además, porque, como ha comprobado este diario, su Consejería otorgó subvenciones a SOS. Mientras, y según las fuentes, Caja Madrid habría planteado otro nombre andaluz, José Manuel Muriel, presidente de Santana Motor.
En la reunión de ayer tampoco se pusieron de acuerdo los consejeros en presentar denuncia contra los hermanos Salazar por el multimillonario autocrédito que se concedieron con cargo a las cuentas de la propia compañía, según fuentes financieras. Y es que hay que andarse con sumo tiento, dado que hubo consejeros que sí votaron a favor del citado préstamo y cabría exigírseles también responsabilidad, explicaron fuentes jurídicas.
La cuestión no es baladí. De hecho, el último movimiento acometido por Cajasur, Caja Granada y Cajasol en el consejo de SOS ha sido cambiar a sus peones, de forma que han optado por designar a directivos con experiencia no sólo en cuestiones de gestión, sino también en temas jurídicos. Así, de la mesa de reuniones han salido Antonio Pulido, presidente de la entidad sevillana, y Antonio Claret García, su homólogo en la granadina, y sus respectivos sillones han sido ocupados por Juan Salido Freyre, director general adjunto financiero de la primera, y Javier Merino Temboury, responsable del gabinete jurídico de la segunda. Por su parte, la cordobesa eligió hace dos semanas a Ángel María Cañadilla, del área de gestión de patrimonios.
