El presidente de Cajasol, Antonio Pulido, anunció ayer la creación de un museo y centro cultural y social en el edificio que la entidad financiera tiene en la sevillana calle Sierpes, en el edificio que albergó hasta el siglo XIX a la antigua Cárcel Real de Sevilla, justo en la confluencia con la plaza de San Francisco. Será, según dijo, una obra emblemática para la ciudad, que nada tendrá que envidiar a otros proyectos similares previstos, en velada referencia al futuro CaixaFórum que albergarán las Reales Atarazanas y que construirá a lo largo de los próximos cinco años el arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra.
El museo, concretó Pulido, dará cabida a la colección permanente de arte propiedad de la caja de ahorros, que calificó como "la más importante de Andalucía" y que actualmente no se expone en su totalidad por problemas de espacio, así como otras de carácter rotatorio. El centro cultural, por su parte, tendrá talleres de pintura, teatro, escultura, música y canto, para los que se becarán a alumnos -"queremos tener a los mejores"- y con clases semanales de los más reputados nombres de cada unas de estas artes.
La caja de ahorros, que en principio contemplaba vender ese edificio, la joya de la corona dentro de su patrimonio inmobiliario -su valor supera incluso al de la histórica sede social de la entidad, sita en plaza de San Francisco y antigua Audiencia Provincial-, ha decidido dar marcha atrás en sus planes y asignarlo a la vida cultural del Centro, que quedará, así, dinamizada, según opinó Antonio Pulido durante un almuerzo informativo con periodistas en el restaurante La Raza.
De este modo, se ganarán para la cultura más de 14.000 metros cuadrados en Sierpes, que complementarán los actuales de Plaza San Francisco (Sala Chicarreros). El proyecto, en su conjunto, "no se quedará atrás" respecto a otras iniciativas similares ya anunciadas por otra entidad financiera en Sevilla, y con estas palabras Pulido hacía referencia, sin nombrarla, a La Caixa.
Cajasol ya tiene los bocetos del futuro museo y centro cultural y social, aunque su presidente no detalló más. Mientras, el edificio de la plaza de San Francisco se mantendrá, como estaba previsto, como sede social de la entidad, aunque la mayoría de su vida transcurra, a partir de 2013, en el rascacielos que construye en Puerto Triana (Torre Pelli).
El edificio de la calle Sierpes sufrió su última rehabilitación el pasado 2008, cuando se procedió a la limpieza de la fachada y de los elementos ornamentales de granito: las esferas del techado, los pináculos y la cornisa, así como el emplazado de la carpintería de las ventanas de madera de la planta superior y de las metálicas situadas en los bajos de la fachada.
La cara de esta operación es la recuperación para la cultura de un espacio monumental emblemático de la ciudad, y la cruz, que el proyecto museístico de Sierpes lleva aparejado el cierre de Espacio Escala, una modesta sala de exposiciones -por sus reducidas dimensiones- en la calle Cardenal Cisneros que fue alquilada por Cajasol al galerista Pepe Cobo para su proyecto más vanguardista: dar salida a las obras de su colección, no expuestas por falta de espacio que, en una programación que ha supuesto un bálsamo en el gris panorama galerístico del centro de la ciudad, pretendían establecer un diálogo contemporáneo entre las piezas de las diferentes etapas que se conservan en los fondos.
No obstante, no será hasta el próximo mes de mayo cuando Escala cerrará sus puertas al público, local capitaneado desde su inauguración por el artista y comisario Paco Pérez Valencia, quien dimitió de su cargo a finales del pasado año.
