La pugna localista por la sede de la gran caja continúa pese a que el proyecto es sólo una hipótesis. Málaga y Sevilla tiran de la cuerda para llevarse el pastel de la entidad que resulte de la unión de Unicaja y Cajasol. Precisamente ayer, la caja sevillana dejó claro que, por ahora, ni se "ha planteado" la ubicación.
Todavía no hay números sobre la mesa ni detalles de la fusión de las dos grandes cajas andaluzas, que se acometería en un escenario de fuerte crisis. El presidente andaluz, Manuel Chaves, abrió hace un mes la posibilidad de iniciar esta unión en la primavera de 2009. Desde entonces la tensión localista por la ubicación de la sede no ha cesado.
Ayer entró en el debate el director financiero de Cajasol, Juan Salido, quien aseguró que su entidad "en este momento no se ha planteado" la ubicación de la gran caja. "No hay una opinión formada" al respecto, aclaró, ya que -dijo- están centrados en consolidar durante 2009 la fusión de El Monte y San Fernando que derivó en Cajasol.
El directivo de Cajasol salió así al paso del debate político y explicó que hay conversaciones que llevan los órganos de gobierno y especialmente el presidente de Cajasol, Antonio Pulido, pero dejó claro que "ni a corto plazo ni de fondo hay nada concreto". Insistió en que el equipo directivo de Cajasol está comprometido ahora con consolidar la fusión y apuntó que hay un "magnífico planteamiento a medio plazo que podría consolidar en una caja mayor".
Mientras tanto, Málaga y Sevilla se la disputan y en esta discusión no cuenta el color político. Dirigentes de PSOE y PP se deben a sus ciudades. Después de que el lunes el alcalde de Sevilla, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, irrumpiera en el debate para reclamar la sede para Sevilla, el portavoz del PP -partido contrario a la fusión- en el Ayuntamiento hispalense, Juan Ignacio Zoido, se sumó ayer al mismo argumento: "La futura gran caja debe estar en Sevilla porque es la capital de Andalucía". Sabe que contradice a su compañero de partido, el regidor de Málaga, Francisco de la Torre, pero tiene claro que en este asunto "los intereses de Sevilla y de los sevillanos están por encima de cualquier cosa".
Barrer para casa. De la Torre no quiso ser menos y censuró que la hipotética sede se implante en Sevilla porque -argumentó- "no se puede concentrar todo allí, ya que produciría rechazo, desapego y distanciamiento del resto de Andalucía, por lo menos desde Málaga". También la Diputación Provincial de Málaga barre para casa. Ayer aprobó una moción en la que apoya la creación de una gran caja andaluza y solicita que la sede esté en Málaga.
La Junta mostró su "sorpresa" por la dimensión del debate entre socialistas y populares de Málaga y Sevilla por la ubicación de la sede, un debate que tachó de "decimonónico y extemporáneo" y al que no va a contribuir. El portavoz del Ejecutivo, Enrique Cervera, opinó que insistir en este aspecto es "hacer la casa por el tejado". "El Gobierno no va a alimentar polémicas ficticias porque lo importante es lograr una caja única desde criterios económicos y financieros", concluyó.
