J. Rubio / I. Campanario
La suspensión de pagos protagonizada por la inmobiliaria Martinsa-Fadesa sólo ha servido para poner rostro a una situación, la que atraviesa el sector del ladrillo, que ha dejado de ser el atractivo foco de inversión que era hasta hace poco tiempo para las entidades financieras.
En este contexto adverso, las cajas de ahorros Cajasol y Caixa Galicia asumirán la gestión y el control de la sociedad inmobiliaria Boreal, hasta ahora participada mayoritariamente -en un 60%- por Construcciones Azagra, si bien ambas entidades mantenían una participación del 20%, respectivamente, desde la constitución de la empresa, allá por el año 2004.
Con la salida de Azagra del capital social de Boreal, el accionariado quedará repartido entre las dos entidades financieras al 50%, en una operación que fue aprobada en el último consejo de administración de Cajasol y que sólo está a expensas de la firma, prevista para la próxima semana, según confirmaron a este periódico fuentes cercanas a la operación.
Así pues, a contracorriente las entidades financieras asumirán la gestión de una atractiva cartera de suelos, cuyo valor de tasación ronda los 285 millones de euros, según los cálculos que el presidente y consejero delegado de Azagra, Manuel Amador, ofreció a este diario hace sólo tres meses. En ese momento, consideró que precisamente la "bondad y la diversidad" de los suelos hacía mirar al futuro de Boreal con "bastante tranquilidad", aunque finalmente Azagra ha optado por soltar lastre en la coyuntura actual.
Precisamente, Construcciones Azagra era la única de las cuatro empresas promotoras que iniciaron la andadura de este proyecto empresarial y que decidió permanecer en solitario en el mismo tras la salida de Novaindes, Edificarte y Solurban a mediados de 2007, asumiendo las partes de sus socios. Fue en ese periodo, tras el verano del año pasado, cuando se destaparon las hipotecas basura en EEUU y se hizo más evidente la crisis de liquidez internacional, lo que inevitablemente hizo resentir los negocios de muchas constructoras e inmobiliarias, necesitadas de fuentes de financiación muy elevadas para desarrollar sus proyectos en cartera.
En el caso de Boreal, ésta cuenta con una jugosa cartera de suelo que se localiza en los municipios de San Roque (Cádiz), Chiclana (Cádiz), Gines (Sevilla), Lepe (Huelva), El Castillo de las Guardas (Sevilla), Yebes (Guadalajara) y Oviedo, en zonas "muy bien ubicadas". Mayoritariamente se trata de una bolsa de suelo residencial, ya que, sólo los correspondientes a Gines (con uso industrial y empresarial) y los terrenos de San Roque, con uso terciario y comercial, son los que incorporan otros usos.
Pese a su creación hace cuatro años y pese a la importante cartera de suelo, la sociedad ha iniciado recientemente su primer proyecto, lejos de cumplir los objetivos iniciales de alcanzar las 14.000 viviendas construidas.
Con esta operación, Cajasol y Caixa Galicia -ésta última ha tenido que destinar 78 millones de euros de provisiones ante la solicitud del concurso voluntario de acreedores de Martinsa-Fadesa-, se suman a las entidades financieras que, durante los últimos años sirvieron de fuente de financiación a las compañías inmobiliarias y constructoras y que ven cómo, con el cambio de coyuntura, deben afrontar de una u otra forma los compromisos adquiridos en su momento.
