La trigésima jornada de la ACB ha tenido importantes consecuencias en la parte baja de la clasificación, con el Cajasol y el Granada que respiran más tranquilos, y con el Murcia, que se apunta a luchar por la permanencia, toda vez que por arriba nadie falla a la espera de lo que haga mañana el Real Madrid en Fuenlabrada.
Las victorias del Cajasol, la sexta consecutiva, en Zaragoza y del Granada, en Madrid ante el Estudiantes, tienen como consecuencia que prácticamente hay que borrar a estos dos equipos de la lucha por la permanencia, salvo grandes cataclismos en la clasificación.
Según todas las previsiones y antecedentes, con diez victorias se alcanza la salvación, aunque "nadie puede fiarse", en palabras de Trifón Poch, entrenador del Granada.
"La victoria del Murcia nos pone en alerta a todos los equipos de la parte baja de la clasificación", apostilló Poch.
Y es que sin duda el resultado más llamativo de la jornada es la victoria del Murcia sobre el DKV Joventut, clara y sin paliativos, que le permite apuntarse de lleno a la lucha por mantener la categoría junto a Estudiantes, Bruesa y CAI Zaragoza, en principio.
El ViveMenorca, por su parte, sigue cogiendo boletos para perder la categoría tras perder en casa ante el Unicaja, en su decimocuarta derrota en los últimos quince partidos que ha disputado.
Por arriba, nadie falla salvo el DKV Joventut. El Tau ganó al Kalise Gran Canaria en Las Palmas y el Barcelona no encontró problemas en el Bruesa, tras clasificarse para la final entre cuatro de la Euroliga.
Mañana lunes jugará el Real Madrid en Fuenlabrada, por cuestiones ajenas al baloncesto, ya que el Pabellón Fernando Martín estaba alquilado para otras cuestiones y era complicado adecuar la pista a tiempo.
De momento, el Unicaja se encarama a la tercera plaza a la espera de lo que hagan los blancos. El Fuenlabrada, caso de ganar, se metería en plaza provisional para luchar por el título, igualando a un Ricoh Manresa en jornada de descanso.
