Nuevos cambios de tráfico llegan a la zona afectada por las obras de entubado del arroyo de Las Monjas. Tras realizar las catas necesarias en la avenida de Los Palacios para localizar las canalizaciones de los servicios afectados por dichos trabajos, los técnicos han comprobado que el tramo del arroyo Calzas Anchas -a donde se conecta aquél- que discurre por dicho enclave está en buenas condiciones, y cuenta con la inclinación suficiente para que discurra con normalidad.
Por este motivo, el tubo que estaba previsto se instalara en dicha avenida no será necesario para la conexión final de la obra con el resto de la bóveda.
Esta situación ha producido la reordenación del tráfico en la zona, por parte de la Concejalía de Seguridad Ciudadana. De esta forma, la calle Fernanda y Bernarda sí se mantendrá cortada totalmente a la circulación durante las obras, siendo el enclave más afectado por los trabajos, ya que el arroyo discurre bajo los adoquines de esta importante arteria circulatoria del municipio. Sin embargo, en la calle Catalina de Perea se ha habilitado la salida a la plaza Ximénez de Sandoval y la avenida de Los Palacios.
Mientras, en Virgen del Rocío, el Consistorio ha modificado el sentido de circulación, permitiendo el enlace con Catalina de Perea y Ponce de León.
Por su parte, la avenida de Los Palacios permanece cortada al tráfico a la altura del centro comercial 'Utrera Plaza' -antiguo Mercado de Abastos-, estableciéndose un desvío hacia la barriada El Tinte por Cristo de los Afligidos. Sin embargo, la calle Buenos Aires cambia su sentido y se reabre a la circulación, permitiendo la salida hacia la plaza Ximénez de Sandoval.
Otra calle que comerciantes y vecinos esperan su reapertura al tráfico rodado es Álvarez Quintero, principal punto afectado por la rotura de la bóveda. Y es que esta vía se encuentra cortada desde las inundaciones del pasado mes de noviembre.
Estos trabajos tienen una gran importancia para la ciudad, ya que el entubado definitivo del arroyo de Las Monjas devolverá la normalidad a una zona de Utrera que ve cómo las inundaciones se hacen presentes al reventar la calzada por la fuerza del agua cuando llueve. El tiempo estimado para la ejecución de dichos trabajos es de seis meses.
Sin embargo, la trascendencia de estas labores no ha evitado las protestas de los comerciantes y vecinos de la zona, quienes ya acudieron al Ayuntamiento para hablar con el alcalde de la localidad, Francisco Jiménez (PA), y solicitarle información acerca de los trabajos que se estaban acometiendo.
