-Si la actividad económica y empresarial ha caído, ¿el negocio de las empresas profesionales de servicio de consultoría y auditoría también, o ahora es más necesario que nunca contar con ellas?
-Todos sufrimos la crisis pero gracias al tipo de servicios que ofrecemos, Ernst & Young ayuda a las empresas en estos momentos tan complicados, optimizando costes, mejorando procesos o al enfrentarse a la refinanciación del endeudamiento. Además, las nuevas normas crean nuevos riesgos a las empresas. Así, la reforma del Código Penal introduce por primera vez en España la responsabilidad penal de la persona jurídica, es decir, de la propia empresa. Desde esta firma estamos ayudando a las empresas a adaptarse a esos cambios para minimizar los posibles riesgos.
-¿Responsabilidad sólo de la empresa?
-De la empresa, de sus administradores y de sus apoderados.
-Para que no se vayan de rositas en caso de problemas...
-Sí. Y para que sean más diligentes en la gestión empresarial.
-En tiempos de bonanza, las compañías de servicios profesionales prosperaron al calor de las fusiones y las compras de empresas. ¿Y ahora, cómo está la situación?
-Esas operaciones retomarán protagonismo a medio plazo, ya que, con el abaratamiento de precios, surgirán grandes oportunidades. En cuanto se normalice el acceso al crédito bancario asistiremos al relanzamiento de estas transacciones empresariales.
-¿Y confía en esa apertura?
-A medio plazo, sí.
-¿Cómo percibe la actual situación económica española y andaluza? ¿Cabría hablar ya del inicio de la recuperación?
-España todavía se ve afectada por la crisis inmobiliaria, la crisis financiera y el crecimiento del desempleo, pero también pensamos que estamos más cerca de la recuperación económica. Aunque el PIB de España cerrará 2010 con un retroceso del 0,2%, para el año que viene creceremos en torno al 0,6%, según nuestras previsiones. El paro sigue siendo la parte más preocupante y, desgraciadamente, hasta 2012 no esperamos que comience a descender su tasa. Estas perspectivas españolas son aplicables a la realidad andaluza. Poco a poco vamos viendo la luz al final del túnel.
-¿Y qué falta aún por hacer para que salgamos de la crisis?
-Primero debemos estar convencidos de que vamos a salir de la crisis. Sin esa convicción poco podemos hacer. Otra de las tareas principales es generar confianza en los mercados, que nos observan muy de cerca, y confiar en el potencial del país. Y tenemos que participar todos, tanto empresas como administraciones.
-En cuanto a las reformas, ¿cuáles son las prioritarias?
-Profundizar en la reforma del mercado de trabajo para así permitir a los empresarios tomar decisiones de rentabilidad para las empresas, ahondar también en la reforma del sector financiero, de las cajas de ahorros, proceso que ya se está haciendo, y abordar una reforma fiscal.
-¿Por qué sólo de las cajas?
-A diferencia de los bancos, las cajas de ahorros dependen de las legislaciones estatal y autonómica, mientras que los bancos se autorregulan.
-¿Caminamos hacia la bancarización total de las cajas?
-Yo creo que sí. A medio plazo, el final será la privatización de las cajas, y cuanto antes mejor.
-¿Cómo ve el estado de la reestructuración de las cajas?
-Lo más importante es que se han disipado las dudas sobre un riesgo sistémico en el sector. Hay que recordar que nuestro sistema financiero ha demostrado ser uno de los más sólidos de Europa.
-¿Qué cambiará en los concursos de acreedores tras su reforma legal?
-El Consejo de Ministros ya ha aprobado el anteproyecto de Ley de Reforma de la Ley Concursal, pero habrá que esperar al trámite parlamentario para ver cómo se concreta. Creo que era una reforma necesaria y esperada y debe contribuir a agilizar el concurso [suspensión de pagos].
-De nuevo vuelven a aflorar suspensiones de pagos de grandes compañías...
-A casi todos los concursos se llega en España por problemas de refinanciación de la deuda puesto que los bancos no quieren. Esa reforma permitirá a la banca instar al concurso, una banca que no está echando una mano, y ello a pesar de perjudicarle la negativa a refinanciar, al quedarse sin las garantías de los préstamos otorgados en las refinanciaciones anteriores.
-¿Y por qué no lo hacen si les perjudica?
-Porque los grandes bancos ya tienen dotadas las pérdidas en sus cuentas de resultado, de ahí que les dé igual. Al final, el concurso le afecta de lleno al pequeño proveedor, a los satélites que se mueven en torno a la empresa.
«El rumor de las agencias alienta la especulación»
-Dicen los abogados que entrar en concurso es certificar una muerte.
-Hoy en día es así, aunque hay empresas que están saliendo adelante. Si en algunos procesos se hubiera llegado a acuerdos extraconcursales con la banca, algunas empresas hubieran tenido futuro.
-La creciente especulación de los mercados, ¿es una vuelta a prácticas previas a la crisis?
-Es pronto para afirmarlo. No olvidemos que se han afianzado los controles de los organismos supervisores. La actual especulación está originada más bien por el aprovechamiento que hacen algunos inversores especuladores de noticias basadas algunas veces en rumores que vienen de agencias de calificación.
-¿Qué áreas del negocio está potenciando Ernst & Young en esta crisis?
-La auditoría sigue siendo una parte muy importante y, de hecho, somos los primeros en auditoría a empresas cotizadas. El asesoramiento fiscal y legal especializado, asimismo, es también uno de los pilares. En 2010 hemos hecho una apuesta muy fuerte por los servicios de consultoría.
-¿Por qué?
-Hay mucho potencial en consultoría de mejora de procesos y optimización de costes. España tiene un déficit de productividad que las empresas necesitan mejorar, y eso afecta a la innovación tecnológica y a los procesos de negocio.
-¿Qué negocio tiene la firma en Andalucía?
-Tenemos centralizada la estructura en Sevilla y Málaga, con 100 profesionales, pero prestamos servicio en todas las provincias. En el último ejercicio fiscal facturamos 13,1 millones de euros en la comunidad.
-El prestigio de las auditoras cayó tras los escándalos financieros y empresariales de EEUU. ¿Se ha recuperado?
-Los auditores certificamos estados financieros que nos presentan unos terceros, no somos responsables de los mismos. Si te diseñan un proceso para engañarte y no lo detectas, te han engañado, por mucho que tú hayas hecho bien tu trabajo.
