Tras la marcha definitiva de Ricardo Costa, al presidente valenciano, Francisco Camps, le quedaban dos opciones:seguir batallando y desmarcándose de la dirección nacional del PP o reestructurar el partido al gusto de Rajoy. Ha apostado finalmente lo segundo. Ayer anunció que Antonio Clemente y Rafael Blasco serán los sustitutos respectivos de Costa en la Secretaría General y la portavocía del grupo popular en Las Cortes valencianas, en una maniobra avalada por Mariano Rajoy aunque censurada por el sector crítico alicantino.
El Comité Ejecutivo Regional avaló ayer, con cuatro votos en contra, los nombramientos que Camps ha mantenido en secreto hasta el último momento. Clemente, hasta ahora vicepresidente primero de Las Cortes, será el nuevo secretario general del PP valenciano -cuyas funciones ejerció durante las últimas dos semanas César Augusto Asencio- y su cargo en la Cámara será ocupado por Rafael Maluenda, quien ha ocupado la portavocía del grupo tras la destitución de Costa del pasado día 14. El vicesecretario general será el actual delegado del Gobierno valenciano en Alicante José Císcar y se crean dos nuevas figuras orgánicas: un coordinador general, que ostentará el alcalde de Castellón, Alberto Fabra, y un coordinador de enlace entre el partido y el Ejecutivo de Camps, que desempeñará el vicepresidente tercero, Juan Cotino. Por su parte, Rafael Blasco será el nuevo portavoz del Grupo Popular, un cargo que compaginará con sus responsabilidades al frente de la Consejería de Inmigración y Ciudadanía.
Camps se mostró especialmente dócil cuando explicó que ha comunicado estos cambios a Rajoy y está "encantado", y reivindicó que ambos han tenido "vidas paralelas" en su carrera política y una forma de ver la vida "muy parecida", lo que hace que mantengan "una simpatía y una relación de amistad" a su juicio "muy íntima y muy especial". "He sido leal siempre con mi presidente y cualquier cambio importante" en la Comunidad "siempre, en todo momento" ha sido comunicado antes a Rajoy, dijo.
El propio líder del PP expresó su bienestar por los cambios en el PPCV y opinó que ayudan a erradicar "la incertidumbre" que se había creado por la falta de respuesta política al caso Gürtel.
Camps calificó de "minoría exigua" los votos en contra la reestructuración de su Gobierno registrados ayer y defendió que "el PPCV es un partido democrático donde hoy [por ayer] ha hablado "todo aquel que ha querido hablar".
Se refería Camps a las voces críticas como la del presidente provincial del PP en Alicante, José Joaquín Ripoll, quien ayer se quejó de haber recibido "amenazas" por su postura contraria a las "soluciones malas" de Camps. Ripoll, afín al ex presidente de la Generalitat Eduardo Zaplana, reconoció haber votado en contra de esos nombramientos porque no coincide con "la fórmula" del president.
