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Cañete aconseja vacunar en Andalucía contra lengua azul

Se trata de una recomendación aunque se vuelve obligatoria si se quiere exportar ovino y bovino

el 19 feb 2012 / 21:02 h.

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Dos veterinarios vacunan al ganado ovino contra la enfermedad en una finca de la provincia de Cádiz.

La enfermedad de la lengua azul está siempre ahí, latente, ojos del Guadiana que desaparecen y aparecen. Sin carácter obligatorio, al menos de momento, desde el Ministerio de Agricultura ha partido la recomendación de vacunar a toda la cabaña de ovino del territorio nacional y también la de bovino en aquellas regiones que suelen tener mayor incidencia de este mal, como Andalucía, por su cercanía a África, de donde procede el mosquito transmisor del virus a los animales.

Ese consejo fue lanzado al sector ganadero en una reciente reunión con representantes del departamento dirigido por Miguel Arias Cañete. Los propietarios de ovino y bovino se quejaron de los efectos secundarios de las dosis, en especial abortos y malformaciones de corderos y terneros nacidos. Sin embargo, la réplica del Ministerio consistió en recordar que es mayor el beneficio que el daño posible, según comentaron fuentes de las cooperativas agroganaderas.

No se descarta, incluso, que el mercado se divida entre animales vacunados y no vacunados, si bien, por ahora, tan sólo es una posibilidad. Eso sí, la inmunización preventiva es una condición sine qua non para poder exportar animales. La venta al exterior permite mantener equilibrada la oferta y la demanda, de ahí el reforzado énfasis que realiza el Ministerio al advertir de que no surjan problemas en el comercio internacional.

La vacunación era obligatoria en campañas pasadas puesto que la enfermedad causó estragos en dos ocasiones durante la última década. La más reciente, allá por 2007 y fue un desastre sobre todo en la Sierra Norte de Sevilla , con decenas de miles de ovejas muertas o sacrificadas. Desde 2010 no había mandato estatal de inmunización masiva, pero incluso con la orden dada ese año en primavera reapareció el virus en otoño, en concreto en Cádiz.

Ante el Ministerio, el sector incidió en que el carácter voluntario restaría eficacia al consejo de vacunar, pero los representantes de este departamento explicaron que son los ganaderos los que han de tomar conciencia de que el beneficio de inmunizar es superior al gasto en las vacunas y a los posibles daños sobre los propios animales.

Dos don sur argumentos. El primero, que existe un número importante de reproductoras jóvenes sin contacto todavía con la enfermedad y que no han sido vacunadas anteriormente, "de ahí que podrían verse afectadas provocando importantes pérdidas al productor". Y el segundo, que los requisitos de exportación continuarán obligando a ejecutar una vacunación preventiva.

La lucha contra la lengua azul es complicada por la facilidad de transmisión y por la existencia de múltiples serotipos del virus. De ellos, el 1 y el 4 son en España los más comunes, siendo primavera y otoño las estaciones con mayor incidencia.

Durante el año pasado, se notificaron seis focos de lengua azul del serotipo 1 en explotaciones de vacuno, todos en la región de Extremadura, si bien en ninguno de los casos se revelaron signos clínicos de esta enfermedad -se detectó el virus, pero éste no se desarrolló-. Los animales no fueron vacunados con anterioridad, sino que eran centinelas, es decir, entraban en el Programa Nacional de Vigilancia para detectar la presencia del virus. Por su parte, de los serotipos 4 y 8 no existen contagios desde marzo de 2011 y noviembre de 2010, cuando se registraron sendos focos en fincas ganaderas de Cádiz .

Qué es
La enfermedad de la lengua azul provoca el decaimiento total del animal y puede desembocar en su muerte, aunque en ningún caso cabe contagio a las personas. En ocasiones, la virulencia del mal es tal que causa mortandades masivas, como ocurriera en 2007 en toda Andalucía, y especialmente en la Sierra Norte de Sevilla. Entonces, la patronal Asaja calculó en 150.000 los animales muertos en la comunidad, siendo mayoría ovejas y cabras, aunque el mal también afecta al ganado vacuno.

El serotipo 4 es uno de los más infecciosos dentro de los 24 distintos que se conocen del virus patógeno. El 4 y el 1 eran los más comunes al proceder ambos de los Estados mediterráneos de África, aunque el 8 irrumpió -y por sorpresa- en los países del centro de Europa a mediados de la presente década y se extendió a España.

A Andalucía se le considera una región muy sensible al contagio por su proximidad al Norte de África, desde donde la enfermedad se expandió con especial furia a principios y a mediados de la pasada década. Los ganaderos andaluces realizaron entonces un gran ajuste de la cabaña ovina , reduciendo el número de animales, y tomaron consciencia de la necesidad de reforzar la limpieza de sus explotaciones, dado que la falta de condiciones higiénicas es un caldo del cultivo para la lengua azul.

El último censo ganadero, de finales de 2010, habla de la existencia en Andalucía de 605.105 cabezas de ganado bovino, 1.072.458 de caprino y 2.670.810 de ovino, según la Consejería de Agricultura .

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