"Quiero pedir perdón a la familia de Marta por el daño causado. No fue mi intención ni ha sido mi intención durante todo este tiempo producirle a ellos tanto daño". Estas fueron las palabras con las que Miguel Carcaño pidió por primera vez perdón a la familia de Marta, pero que no sonaron a palabras huecas. Más aún, cuando la siguiente frase de Miguel fue retirar que desconoce dónde está Marta del Castillo.
"Si supiera de verdad, dónde está el cuerpo de Marta, pues lo diría" , añadió el autor confeso del crimen, lo que provocó aún más indignación en los allegados de la joven, que aún conservaban algo de esperanza en saber dónde está su hija. Una esperanza que terminaron de machacar el resto de acusados, que tampoco ofrecieron ningún dato. Ninguno pidió perdón.
El primero fue Samuel. "Recalcar lo que ha dicho mi abogado esta mañana. Y siento mucho lo que ha pasado la familia de Marta, pero Marta también era amiga mía y yo no he tenido nada que ver. Soy inocente, no puedo añadir nada más", dijo tras cruzarse con Miguel al que buscó la mirada. Al joven, le siguió Javier Delgado que aludió a su condición de padre y volvió a ocultar su rostro. "Lo que hice fue confiar en mi hermano hasta que supe que me mintió. Sé que hay mucha gente pasándolo mal por este caso, en especial la familia de Marta, pero no hay nada que yo pueda decir o hacer para aliviar ese dolor que, como padre, entiendo", aseguró para terminar con un "confío en la Justicia".
La última fue María García que traía por escrito lo que debía decir, aunque no lo pudo leer porque comenzó a llorar. "Mi condolencia y mi pena a la familia de Marta, pero no puedo aliviar ese dolor porque no sé nada de lo que le ha pasado a Marta", fue lo que atinó a decir.
