PEPO HERRERA
Siete trabajadores de Cartuja 93, dos técnicos y cinco administrativos, recibieron el pasado martes una carta de despido con aplicación desde ese mismo día que la empresa pública justifica en la previsión de «pérdidas cuantiosas» con las que espera cerrar el actual ejercicio y que, según la información aportada en la misiva, ascenderían a 315.877 euros. Unos números rojos que la sociedad considera que son fruto del «excesivo gasto de personal» que «soporta» con la plantilla actual y que arroja un desvío de 305.000 euros respecto a la cantidad presupuestada en este capítulo.
Cartuja 93, sociedad que centra su actividad en la promoción y el desarrollo de acciones relacionadas con la investigación e innovación, la internacionalización y otros servicios de apoyo a las empresas instaladas en el parque científico y tecnológico Cartuja, acumula a fecha de 30 de junio unas pérdidas de 427.937 euros, una cifra que se explica porque todavía no se ha hecho efectivo el pago de las subvenciones y transferencias de financiación comprometidas, y que se elevan para el conjunto del año en 582.000 euros, lo que implica un recorte del dinero público inyectado del 32,7 por ciento en comparación con las subvenciones de 864.870 euros recibidas en 2013. Una tijera del 67,1 por ciento respecto a 2011.
Las ayudas transferidas a Cartuja 93 han ido menguando en estos años de crisis, de manera que pasó de recibir 1,77 millones en 2011 a 864.870 en 2013, lo que representa una merma del 51,1 por ciento, y a ello se debe buena parte del «gran desequilibrio» que existe entre los ingresos y los costes.
La sociedad pública se anotó beneficios por última vez al cierre del ejercicio 2011, que alcanzaron los 224.198 euros según la carta, con lo que acumula tres ejercicios consecutivos en números rojos. En 2012 las pérdidas fueron de 9.488 euros, mientras que en 2013 éstas se elevaron hasta los 76.956 euros.
Reflejo del descenso de actividad de la sociedad gestora del parque tecnológico es también la evolución de la cifra de negocios a partir de 2011. Así, mientras ese año facturó 685.219 euros, la cifra se redujo en 2012 un 23,5 por ciento, hasta los 524.155 euros. Un año más tarde, en 2013, el balance arrojó un leve repunte del 1,7 por ciento. En la primera mitad de este año, el volumen de negocio se situó en 252.473 euros.
En la carta de despido, la empresa justifica ante los despedidos cuyos puestos serán amortizados que toma esta medida para aproximarse al equilibrio presupuestario, al que está obligada como sociedad del sector público, y agrega que tiene que tocar el «excesivo gasto de personal», ya que el resto de las partidas «están muy ajustadas». De hecho, cifra en 305.180 euros el desfase en gasto de personal este año.
«La plantilla actual se encuentra sobredimensionada», por lo que es necesario incide adecuarla «a la demanda actual del mercado» y «a la nueva estructura organizativa y al nuevo organigrama aprobado por el consejo de administración el pasado día 10 de julio.
También argumenta que las medidas de ajuste derivadas del plan de reequilibrio de la Junta como la reducción de las retribuciones del personal de alta dirección, rebajas salariales y la supresión de la paga extraordinaria de Navidad de 2012, entre otras, han resultado insuficientes.
La empresa es gestora del parque que se ubica en el recinto donde se celebró la Exposición Universal de 1992, terrenos que acogen a 345 empresas, centros de investigación, instituciones y universidades, entre otras entidades, y que generan una actividad económica de 1.844 millones y 14.500 empleos directos. A su frente se encuentra Teresa Sáez, nombrada directora general en octubre de 2013, procedente de Extenda.
