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"Casi devuelvo el cupón al ver que valía cinco euros"

Parados, pensionistas y trabajadores con problemas, los más beneficiados por el sorteo.

el 12 nov 2012 / 20:46 h.

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Antonio Jesús, el frutero de Sevilla Este que ha repartido parte del premio entre sus clientas.

"Dios aprieta, pero no ahoga". Así de aliviado se mostraba uno de los agraciados por el sorteo extraordinario del 11 del 11 de la ONCE, que el domingo por la noche repartió 16,5 millones de euros entre San José de la Rinconada y Sevilla capital gracias al número 67.482 (serie 101).

La mayor parte de este premio se ha quedado en la localidad rinconera gracias al Pub JJ, un local con ocho años de vida situado cerca de un polígono industrial, cuya clientela debe mucho a su propietario, Juan José Montero, que ha repartido un millón y medio aproximadamente en premios de 40.000 euros, y el gordo de once millones, ya que el décimo con la serie agraciada también se vendió aquí, aunque prefieren no revelar la identidad del nuevo millonario

En total, Juanjo, natural de Ciudad Rodrigo (Salamanca), vendió 38 boletos y devolvió 12. Ayer, con las ojeras marcadas y el cansancio dibujado en el rostro después de una larga noche de celebración, volvió a abrir su bar para festejar con todos la noticia: "Estoy sin dormir, pero tenía que estar aquí para celebrarlo con todos. Conozco a los que les ha tocado y estoy muy feliz por ellos".

Pero de los más de 30 agraciados, este empresario, que confiesa que hasta el domingo las cosas pintaban muy mal para su negocio, se siente especialmente orgulloso de haber regalado la suerte a gente muy necesitada. Y es que gran parte de los afortunados son desempleados, trabajadores con problemas, jubilados e, incluso, una joven que acaba de perder a su marido. "Es una vecina y amiga que vive arriba del bar, que perdió a su esposo hace dos semanas, con un hijo de seis años a su cargo y embarazada de otro. Estoy muy feliz de que le haya tocado", afirmó.

A Juanjo también le ha tocado parte del premio, pese a lo cual asegura que no piensa cambiar su día a día: "Nosotros somos trabajadores. Vamos a seguir abriendo toda la semana menos los jueves. Invertiré parte del dinero en alguna reforma y también ayudaré a algún familiar en paro".

El pub se convirtió ayer en una verdadera fiesta, con un ir y venir de periodistas, fotógrafos y, cómo no, banqueros. "Ya han venido de cuatro entidades por aquí ofreciendo regalos para que ingresemos el cupón. Yo de momento no he hablado con ninguno", dijo.

El Pub JJ quiere seguir en racha y ya está vendiendo décimos para el sorteo de Navidad, concretamente del número 21.831, por el que ya se está interesando todo aquel que pasa por allí. Uno de los clientes del bar, que prefirió no dar su nombre, lamentó no haber adquirido ningún boleto porque no tenía dinero: "No he comprado por la crisis, pero me alegro por las amistades".

A punto de correr la misma suerte estuvo Esteban. "Yo nunca juego a la lotería, pero esta vez compré dos décimos, uno se lo regalé a una sobrina de 25 años de Almería y el otro me lo quedé yo. Cuando me dijeron que costaba cinco euros cada uno me pareció tan caro que casi los devuelvo", explicó con alivio. Gracias a este premio su sobrina podrá hacerse con "la casa de sus sueños". "Tenía ahorrados 30.000 euros pero no le daba para la que ella quería, ahora sí podrá comprarla. Cuando la llamé para decírselo, ni se acordaba de que le regalé un cupón". En cuanto a Esteban, él "tapará agujeros" con sus 40.000, ya que su mujer se ha quedado en paro, tienen dos hijas y empezaban a estar "apretados". "Ha estado muy bien repartido, ha tocado a currantes de toda la vida: camareros, fontaneros, albañiles en paro... En mi empresa éramos once trabajadores y ahora quedamos cinco. El día 15 ya era fin de mes para mí", añadió.

Juan Jarlas, agraciado con otros 40.000 euros, compartirá el premio con sus siete hermanos: "No va a llegar para pagar todas las deudas, pero al menos una fiestecita entre los ocho haremos". Otra buena tanda de millones se repartió en la Venta Tomás, en la barriada de El Gordillo, donde se vendieron 50 cupones. "Ahora estoy asimilando el golpe de haber dado esta cantidad de millones. Estoy contento y emocionado por haberlo repartido tanto", dijo su propietario. Uno de los agraciados es José, que junto a su familia se ha hecho con 120.000 euros -tres décimos- que emplearán para reflotar su fabrica de aluminio. "Ha sido la salvación, porque pensaba cerrarla".

Ya en la capital, en Sevilla Este, Antonio Jesús ha repartido la suerte entre 50 clientes de su frutería, situada en la calle Zapillo, donde lleva diez años trabajando. Uno de esos boletos se lo quedó él. "Me he quitado la mitad de la hipoteca", proclamó alegre, antes de añadir con cierto pesar: "Todavía me quedan otros diez años de pagar".

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