D.S/R.V./C.R.
Los primeros análisis han hallado ADN en los contenedores en los que, según Miguel Carcaño, fue depositado el cuerpo de Marta. De momento, la Policía no puede afirmar que los restos pertenezcan a la joven, ya que las pruebas no estarán completas hasta dentro de unos días. En la navaja todavía no se han localizado rastros.
Aún es pronto para poder determinar si los restos que la Policía ha encontrado en los contenedores de León XIII, incautados tras conocerse que el cuerpo de Marta pudo estar allí, son de la joven, pero por ahora los avances son positivos ya que se han encontrado rastros de ADN. Ahora habrá que esperar algunos días para poder saber con exactitud si se trata de perfil biológico de ella o si sólo se trata de sangre de algún alimento que haya acabado en la basura.
Las pruebas practicadas hasta ahora con luminol (líquido empleado para detectar la presencia de sangre) y otros reactivos han dado positivo, pero los restos localizados en los contenedores deben macerar aún en varios productos durante algunos días, tras lo que se les practicará un análisis para localizar el ADN. Esto permitirá comparar el perfil biológico de Marta con el que aparezca en el contenedor y así determinar si es el suyo o no.
En cuanto a la navaja hallada en la alcantarilla situada ante la vivienda de León XIII y con la que supuestamente Miguel Carcaño y El Cuco intimidaron a Marta, de momento no se han encontrado restos, aunque los investigadores advirtieron desde el principio que sería muy difícil, ya que ha estado mucho tiempo sumergida en agua y fango. La navaja también está macerando en productos reactivos y habrá que esperar.
De localizarse algún resto de la joven en los contenedores, la nueva versión ofrecida por Miguel cobraría más verosimilitud. De momento, los investigadores sólo se creen que Marta fue torturada, agredida y violada antes de fallecer, aunque están convencidos de que fue Miguel y no El Cuco el que acabó con la vida de la joven. De hecho, el ADN de Miguel y el menor localizados en la sangre de Marta corroborarían que ambos estaban en el piso en el momento del crimen. Eso sí, lo que los investigadores tampoco terminan de creerse es que muriera estrangulada, sino acuchillada con la navaja, lo que explicaría la gran cantidad de sangre encontrada en la vivienda.
Fuentes del caso se mostraron esperanzadas en que la investigación avance tras el cambio de declaración de Carcaño, y apuntaban que el último relato de Miguel al juez del caso, Francisco Molina, es el más "consistente" y con menos lagunas. Hasta su tono de voz cambió y fue la única vez que mantuvo su mirada ante el magistrado, sin bajar la cabeza.
El principal sospechoso decidió contar su nueva versión el pasado martes, después de pasar toda la mañana en el juzgado enfrentándose a varios careos con los otros imputados y toda la tarde en el piso de León XIII, donde de nuevo tuvo que reconstruir el crimen. Para ello se empleó un maniquí y una silla de ruedas, con las que simuló hasta la puerta del piso cómo trasladaron el cuerpo de Marta hasta el contenedor, después de que El Cuco la violara y la matara. Sin embargo, el juez, que no se creía esa versión, decidió que no era necesario salir a la calle, y, sobre todo, por evitar el morbo que provocaría dicha imagen.
Tras la reconstrucción, Miguel pidió volver a declarar, confesando que él había participado en la violación, un relato que ya había contado no sólo en el centro penitenciario, sino también a algunos presos en los calabozos del Juzgado de Guardia. El joven temía las consecuencias de contar estos hechos e incluso ha pedido más protección en la cárcel de Morón, en la que ingresó hace más de un mes, para evitar represalias.
En cuanto a El Cuco, el fiscal de Menores ya cuenta con la declaración de Miguel a la espera de que se esclarezca su participación en el crimen, lo que podría derivar en un cambio en los delitos que se le imputan, pues por el momento sólo se le considera encubridor.
