El 25 de diciembre está a la vuelta de la esquina y el Betis, ahora que se sabe que los Reyes Magos llegaron a Belén procedentes de Andalucía, igual aspira a completar el círculo y convertirse en una especie de Santa Claus del sur. Puede empezar regalando a sus aficionados un presente que muchos de ellos seguramente han pedido: la Liga de Campeones. O, en su defecto, la Liga Europa.
Y de momento el encargo va bien encaminado, porque el conjunto verdiblanco, aun cayendo esta noche en Balaídos ante el Celta, continuará sexto de la Liga y por tanto en zona europea. Pero si ganase a un adversario que, como él, viene de batir al Real Madrid (en la Copa en este caso), mantendría la quinta plaza y volvería a empatar con el Málaga, que es cuarto. Por no hablar de que aventajaría al Sevilla en nueve puntos, quizá otro regalo muy habitual este año en las cartas de los béticos, niños y no tan niños.
Se topa el conjunto de Pepe Mel con un obstáculo importante en este intento de repartir ilusión entre su hinchada. O igual no, porque hasta esta misma mañana no se conocerá el dato. Rubén Castro, el hombre de moda en Heliópolis y en el panorama de los delanteros españoles, se lesionó el pasado jueves en su tierra por culpa de una dura entrada de su amigo Nauzet y están los médicos béticos que no dan abasto para tratar de recuperarlo a tiempo.
El pronóstico no es optimista, ya que el gemelo seguía ayer tan "empastado", en palabras textuales del doctor Tomás Calero, que el atacante ni siquiera se entrenó. En condiciones normales, Rubén estaría más que descartado, pero se trata de un futbolista que el año pasado sufrió un fuerte esguince de tobillo contra el Mallorca y no sólo jugó toda la segunda parte dolorido, sino que marcó el gol del triunfo. Es decir, lo mismo que ocurrió hace cuatro días en la Copa, sólo que en esta ocasión su tanto valió para un empate.
De hecho, Rubén Castro ha sido incluido el lunes por la mañana en la relación de 19 convocados y viaja a Vigo para jugar, pese a las molestias y no haber entrenado ni un día desde que se lesionara en Las Palmas, donde pese al golpetazo acabó el partido.
Mel también está pendiente de otros dos futbolistas, ambos del frente de ataque: Campbell y Juan Carlos. Los dos se ejercitaron ayer, el primero tras sobreponerse a un esguince de rodilla y el segundo por primera vez desde que se lesionó frente al Barcelona. El hecho de que trabajasen con el grupo es una muy buena noticia para el Betis, ya que en principio las bandas de Balaídos llevan sus respectivos nombres esta noche. Pero si alguno se cae o no está en las mejores condiciones posibles y se confirma la ausencia de Rubén, la alineación ya adquiere la categoría de galimatías. Ambos entraron también finalmente en la convocatoria.
Incluso detrás hay dudas, ya que hay tres aspirantes a cubrir la baja de Dorado y uno, Mario, acabó con calambres hace cuatro días. En el centro, salvo sorpresa, regresa el dúo Beñat-Cañas.
El Celta, que en su camino hacia la permanencia se dio una inesperada alegría copera frente al Madrid, no pierde en su campo desde la primera jornada (0-1 ante el Málaga) pero ha empatado sus tres últimos compromisos allí. Paco Herrera tiene la duda de Oubiña, que el sábado sufrió una elongación pero ayer se entrenó con aparente normalidad, y las bajas de Álex López y Samuel.
RC CELTA: Javi Varas; Hugo Mallo, Cabral, Túñez, Roberto Lago; Cristian Bustos, Oubiña; Augusto Fernández, Bermejo, Krohn Dehli; e Iago Aspas.
REAL BETIS BALOMPIÉ: Adrián; Chica, Amaya, Paulao, Nacho; Beñat, Cañas; Campbell, Salva Sevilla, Juan Carlos; y Jorge Molina o Rubén Castro.
Árbitro: José Luis González González (Colegio Castellano-leonés).
Estadio: Balaídos.
Hora: 21.30. TV: Marca TV.
