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Cena bajo las estrellas

De fondo, la música en directo de un piano. El marco de la cena, el patio de la Taberna del Alabardero. Ésta es la apuesta para poner el broche final a la temporada en este local de la calle Zaragoza. Las noches del magnolio es la iniciativa para combatir el calor en julio.

el 15 sep 2009 / 07:04 h.

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De fondo, la música en directo de un piano. El marco de la cena, el patio de la Taberna del Alabardero. Ésta es la apuesta para poner el broche final a la temporada en este local de la calle Zaragoza. Las noches del magnolio es la iniciativa para combatir el calor en julio.

Sobre las nueve de la noche. Ésta es la hora que recomiendan los responsables de cocina de Alabardero para tomar una cena relajada. Sólo tiene que entrar en el patio interior y ellos se encargan de todo. Desde los camareros, que cambian de uniforme -todo adquiere un tono más distendido- hasta la ubicación del restaurante que durante el resto del año se encuentra en la primera planta. Pasen y saboreen las delicatessen que Fermín López, jefe de cocina del restaurante, y su equipo les tendrán preparadas.

El menú es prácticamente el mismo exceptuando "algunos platos típicos que en estas fechas no se preparan", explica López. La novedad en Las noches del magnolio (es el primer año que se organizan) son los aperitivos -que corren por cuenta de la casa- y que cada semana hasta el 27 de julio degustarán los comensales.

En concreto 5 clases de entrantes: del 30 al 06 de julio semana del ron flor de caña; del 7 al 20 semana de los vinos de Jerez (en estas tres semanas se probarán distintas variedades); y del 21 al 27 de julio la semana del cava.

Pero tome nota. Tiene dos opciones dependiendo del capital que tenga en su bolsillo. O se sienta en la mesa y elige cualquiera de los platos tradicionales o sucumbe ante la tentación de pedir el menú que tienen preparado: seis platos a probar más el cava para acompañar los manjares. En total, sale por unos 50 euros.

Y para que no vaya a tientas cuando se disponga a elegir la cena, Fermín ha seleccionado un posible menú. Los aperitivos pueden ser el plato típico de queso y jamón "para no perder los hábitos" o una de las novedades que simplemente por el nombre, alimentan: higos rellenos de queso de cabra y granizada de amaretto (un licor adulzado). Con el estómago dispuesto a proseguir con el primer plato, Fermín apuesta por una ensalada de bogavantes. De segundo una merluza con una base de tortilla de camarones. Para rematar la faena, el postre: una tartaleta de frutas.

Aunque nunca viene mal ser previsor, no se preocupe por el aforo del patio de la Taberna del Alabardero ya que hasta 80 personas pueden hacer uso de este espacio. Si quiere hacer tiempo siempre le quedará escuchar música en directo a cargo del pianista mientras saborea una copa de vino de Jerez que le será servida a la entrada.

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