El presidente de la Junta, Manuel Chaves, habló claro y no ocultó que ésta es "la crisis más grave que ha sufrido Andalucía" y que falló al medir sus efectos un año atrás. "Error sí, engaño no", replicó a PP e IU. Citará a la oposición después de que Arenas pidiera "un gran pacto por el empleo".
Chaves compareció ayer por segunda vez en el Parlamento en un debate sobre la crisis. Desplegó nuevas medidas sociales y otras de calado, como una profunda reforma de la administración. Antes del próximo año, la Junta garantiza que se podrá montar una empresa en 24 horas y que eliminará 200 trámites burocráticos. Además el Gobierno se comprometió a seguir agilizando la inversión y a aprobar obras por valor de 1.000 millones antes de febrero. Para los autónomos habilitará 67 millones en ayudas.
El presidente optó por hacer un ejercicio de realismo y no ocultó que 2009 "va a ser un año duro" y que la caída del empleo "no ha tocado fondo", pero también introdujo el optimismo y animó al consumo. Está convencido de que Andalucía saldrá del "túnel". Su comparecencia llegó precedida de una drástica revisión a la baja de las previsiones del Presupuesto andaluz. La Junta corrigió sus datos, después de hacerlo Zapatero, y apunta ahora un retroceso del PIB del -1,6% y la destrucción de 120.000 empleos en 2009. La oposición le ha exigido que retire las cuentas, a lo que Chaves de nuevo se negó.
A los socialistas les preocupa mucho que los ciudadanos piensen que han mentido. Así se refleja, por ejemplo, en el último Barómetro del Instituto de Estudios Sociales de Andalucía (IESA). El 43,3% de los andaluces cree que Zapatero ocultó la importancia de la crisis para ganar las elecciones. A eso justo se aferró ayer PP e IU para erosionar al Gobierno. "Lo suyo ha sido una retahíla de mentiras, una detrás de otra", denunció el líder popular Javier Arenas, recordando cómo Chaves el pasado abril en su discurso de investidura sólo habló de "cierta desaceleración". "Sus medidas anticrisis no tienen ningún tipo de credibilidad", señaló. "Me reprochan que he perdido el tiempo negando la gravedad de la crisis. Error sí, engaño no", defendió Chaves, quien recordó no sólo los pronósticos fallidos de los organismos internacionales sino también de los propios partidos de la oposición en sus programas electorales del pasado año.
El dirigente de IU, Diego Valderas, lamentó que Chaves quiera presentarse como "víctima" de una crisis global cuando "lleva 20 años gobernando" y "no ha sido capaz de cambiar el modelo económico". "En 12 meses hemos retrocedido 12 años", denunció.
Los líderes de la oposición coincidieron en mostrar su indignación por el formato del debate, que no permitió registrar propuestas. De hecho, el PP presentó sus iniciativas de manera simbólica. Arenas reclamó "un gran pacto por el empleo, al estilo de los Pactos de La Moncloa" sellados en la Transición. La solicitud del PP es que se abra la concertación social a los partidos de la oposición y a los ayuntamientos. Eso, defendió Arenas, transmitiría "confianza".
Chaves no recogió el guante y se limitó a prometer una próxima reunión con los dirigentes de la oposición. "Cada uno en su sitio", señaló, "nada de totum revolutum". Fuentes del Gobierno admitieron que ya de por sí es complicado conciliar a sindicatos y empresarios. La Junta tiene pendiente negociar un nuevo acuerdo de concertación social, ya que el último expiró el 31 de diciembre, y el presidente andaluz aseguró que lo hará pronto.
La gran caja. En mitad de los tirones localistas que se han sucedido desde que apostara públicamente por la fusión de Cajasol y Unicaja, Chaves defendió las concentraciones: "Contar con una gran caja interesa a Andalucía". Sin aludir al mal de fondo del agravio provincial y la pelea entre Sevilla y Málaga por quedarse la sede de esa hipotética entidad, avisó: debe ser un proyecto "exclusivamente económico".
