El fichaje del segunda línea Leandro Fernández-Aramburu por el Cajasol, anunciado por el club científico días atrás, ha sentado mal en las filas de su equipo de procedencia, el Helvetia Rugby, provocando que ambas entidades se enconen y siembren de zozobra unas relaciones que caminaban por el sendero de la concordia.
Antonino Parrilla y Carlos Jaime, presidentes de ambos clubes, parecían haber reconducido unos vínculos que han vivido capítulos tensos a lo largo de los años entre el Ciencias y el Universidad de Sevilla, equipo simiente del CD Mairena, que en su fusión con el Club Amigos del Rugby dio lugar al nuevo Helvetia Rugby.
Precisamente de la cantera del CAR salió Lea, el internacional de 28 años y 1,92 metros que ha vuelto a levantar ampollas, aunque el mandatario científico dice no entender el enojo rival: "La dirección técnica consideraba que era necesario reforzar el puesto de segunda línea, y Leandro se ajustaba al tipo de jugador que se buscaba", explica Parrilla, que confía en solucionar el asunto: "Ellos lo han entendido y estamos pendientes de negociar con el CAR por los derechos de formación, aunque estoy seguro de que no hubieran reaccionado igual si se lo lleva el CRC o El Salvador".
Su homólogo en el Helvetia, Carlos Jaime, no lo ve del mismo modo: "Esta historia empezó al final de la pasada campaña, cuando Antonino me llamó para ver si podían llevarse a Leandro y a Rafa Camacho sólo para disputar la Copa del Rey. Entonces no lo vimos con buenos ojos porque no sabíamos qué iba a ser de los jugadores después", relata el presidente. "Hace dos semanas me volvió a llamar y le hicimos ver que Cajasol tenía capacidad para traer cualquier jugador de otro sitio y que para nosotros la marcha de Leandro nos supondría bajar un escalón, pero se ve que no lo han entendido", añade Jaime, que en todo caso ve "lógico el interés del Ciencias por tener el mejor equipo de España" y remite a las negociaciones por los derechos del segunda línea: "Ellos han pedido a la Federación Española que haga una valoración y a ver si podemos llegar a un acuerdo que sea positivo. Nos sentaremos y buscaremos la manera de que no terminemos enfrentados", asegura el presidente del Helvetia Rugby.
Carlos Jaime, en suma, dice no querer polémicas con el Ciencias, aunque no ve normal "que nos toquen a un jugador básico para nosotros cuando ambos clubes estamos tratando de trabajar en proyectos comunes por el bien del rugby en Sevilla".
Esos "proyectos comunes" que menciona tienen que ver, entre otras cosas, con la incipiente creación de una Superliga Ibérica y la adhesión a la misma de la franquicia sevillana con la firma del propio Jaime y de Alejandro Aguilera en nombre del Helvetia.
Ambos se han hecho con la plaza hispalense dentro de esta iniciativa para impulsar el profesionalismo en el deporte del oval que promueve la empresa Superibérica Sports Events SL, con el ex futbolista Michael Robinson a la cabeza.
Abierto a todos. Carlos Jaime explica que, aunque el Helvetia es el depositario de la franquicia, su voluntad es que se sumen al proyecto otros clubes andaluces, incluido por supuesto el Cajasol: "Nuestra idea es crear una sociedad y que el Ciencias, el Jaén o el Portuense formen parte del equipo gestor de pleno derecho, en los porcentajes que acordemos. Para nada se trataría de una cesión de un número determinado de jugadores", explica.
La cuestión es que el Cajasol, inicialmente muy implicado en el asunto como miembro de la ACR (Asociación de Clubes de Rugby), se desmarcó después junto al Barcelona y al Alcobendas al disentir en ciertos detalles del proyecto. Parrilla señala que "nuestra prioridad es la División de Honor, la Copa del Rey, la Copa de Europa y la Copa Ibérica, que es lo que hay a día de hoy, aunque no nos cerramos a ninguna opción y si sale la Superliga, nos adaptaríamos dentro de las posibilidades que nos ofrezcan". En cualquier caso, ese torneo arrancaría el 22 de marzo, tras la liga. Hay margen de maniobra.
