La senadora Hillary Clinton tomó ayer aire en la carrera democrática con su victoria en el caucus de Nevada, que logra desinflar, como ya ocurrió en New Hampshire y Michigan, el arranque espectacular de Barack Obama, que se perfilaba, tras su triunfo inicial en las primarias de Iowa, como el gran aspirante.
La senadora de Nueva York se impuso al cuerpo a cuerpo que daban los sondeos al conseguir el 50% de los votos frente al 45% obtenido por Obama, cuando ya se había contabilizado el 88% del escrutinio. En el tercer lugar y lejos de luchar por ser el candidato demócrata a la Casa Blanca estaba John Edwards, con sólo el 3,7%.
De esta manera, Clinton logra la victoria en un lugar de gran influencia del voto hispano, que en este estado es de influencia demócrata. Nevada es, entre los estados del oeste del país, el cuarto en población hispana, detrás de Nuevo México (43%), California (35%) y Arizona, (28%).
Los caucus de Nevada solían pasar desapercibidos hasta que el partido demócrata, en un intento de dar relevancia al voto hispano en las primarias, decidió adelantar la fecha y rivalizar de paso con el voto negro en Carolina del Sur, donde históricamente se produce la criba más definitiva para las nominaciones. Allí se desplazarán los candidatos demócratas, que se enfrentarán al electorado de este estado el próximo 26 de enero.
Por parte republicana, y en una competición mucho más devaluada por la ausencia de casi todos los candidatos, el ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, se colocó a la cabeza de los aspirantes republicanos a la Casa Blanca que compiten en los caucuses de Nevada, con el 53% de los votos, que obtuvo al cierre de esta edición y cuando el recuento estaba muy avanzado.
Su estela era seguida de lejos por el senador por Arizona, John McCain, con el 13% de los votos; el congresista Ron Paul, también con el 13%; y el ex senador y actor Fred Thompson y el ex gobernante de Arkansas, Mike Huckabee, ambos con un 8%.
Nevada fue la tercera victoria secundaria de Romney, tras imponerse en Wyoming y Michigan, impulsado por la percepción de que es el candidato republicano con mayor empaque para hacer frente a la recesión económica.
A lo largo de la pasada madrugada, los republicanos vivieron su primera prueba de fuego, Carolina del Sur. John McCain y Mike Huckabee estaba en un empate técnico en los sondeos antes de las votaciones.
