Jóvenes al día

«Con el taekwondo los niños mejoran aspectos como la disciplina»

Rocío Álvarez | Voluntaria de la Fundación Proyecto Don Bosco | Con sólo 19 años esta amante del deporte ya enseña a otros chicos del Polígono Sur los beneficios que el taekwondo puede traer a sus vidas. Pero no sólo centra su intervención en el ámbito deportivo, ya que a través de éste proyecta en sus alumnos responsabilidad con su propia formación.

el 15 nov 2014 / 08:00 h.

La Fundación ProyectoDon Bosco es una organización sin ánimo de lucro de ámbito estatal de la Iglesia Católica, promovida por la Congregación Salesiana para canalizar los proyectos de intervención social en los territorios de Andalucía, Canarias y Extremadura. Tiene como principal finalidad el desarrollo integral de menores y jóvenes en situación de riesgo o exclusión social a través de la educación y la promoción sociolaboral, basando su estilo de intervención en el sistema educativo-preventivo de San Juan Bosco, poniendo en el centro de la acción educativa a las personas vulnerables con las que trabajan, acogiéndolas sin condiciones y ayudándolas a crecer y madurar. Desde la Fundación ProyectoDon Bosco enmarcan su quehacer en un ambiente de familia donde el optimismo educativo, la alegría, la razón, el afecto y la esperanza siempre están presentes. Prueba de ello es la implicación y el esfuerzo de la red de voluntarios que ayudan a conseguir la promoción de la juventud y que son una parte muy importante del equipo de trabajo de esta institución. Es el caso de Rocío Álvarez, de 19 años de edad, quien dos veces en semana acude como voluntaria de apoyo de un taller de taekwondo que ProyectoDon Bosco lleva a cabo con jóvenes del PolígonoSur y que además de servir para promocionar el deporte, les ayuda a formarlos en valores. ROCIO ALVAREZ - MONITORA TAEKWONDO¿Qué programas de intervención se llevan a cabo desde la Fundación ProyectoDon Bosco? Desde la fundación se llevan a cabo proyectos socioeducativos relacionados sobre todo con la prevención del fracaso escolar y el absentismo, además del desarollo de itinerarios educativos complementarios e intervenciones específicas en zonas con necesidades de transformación social. Desde Proyecto Don Bosco también se lleva a cabo atención residencial con casas de acogimiento, intervenciones de acompañamiento y seguimiento de incorporación a la vida autónoma con jóvenes extutelados y casas para menores con medida judicial. Por otra parte, la inserción laboral también es una prioridad para esta congregación, ya que cuenta con proyectos de orientación laboral, cursos de capacitación profesional y proyectos de inserción laboral. Además de todo lo anterior se desarrollan programas e iniciativas de sensibilización y promoción del voluntariado social, como es el caso del programa en el que yo participo. Háblame del programa de voluntariado en el que participas. ¿Qué haces? ¿Cuáles son los objetivos en tus intervenciones? Mi labor como voluntaria consiste en ayudar al monitor de taekwondo. Sobre todo me centro en enseñar este arte marcial a los niños más pequeños, aunque también trabajo con los más mayores. Muchas veces es complicado intervenir con críos de tan cortas edades, pero sí se les enseña en ese momento a través del juego y la gimnasia se pueden conseguir grandes resultados. La base principal del taekwondo son la coordinación y la disciplina, además de la flexibilidad, la agilidad y la resistencia. Trabajando estos aspectos pretendo que los niños se sientan a gusto y conozcan su cuerpo, a la vez que ocupen su tiempo en algo saludable que les puede ayudar a mejorar aspectos de su vida como la constancia o la disciplina. ¿Cómo te planteas hacerte voluntaria y desde cuándo lo haces? Me planteé ser voluntaria cuando cumplí los 18 años. Yo había sido alumna de este taller y fue el propio monitor quien me animó a participar como voluntaria llevando algún grupo con su ayuda. A mí me gusta enseñar a los pequeños lo que yo aprendí en su día y así fue que me decidí a hacerlo. La idea de poner en práctica todos los juegos con los que me formé en esta disciplina me animaba mucho y aquí sigo un año después de haber empezado, cada día más motivada por enseñar sobre este deporte que tanto ha aportado a mi vida en general. ¿Es más fácil intervenir con ellos a través de elementos de su interés como el deporte? A través del deporte es más fácil conseguir interactuar y perseguir resultados. El taekwondo en este caso atrae la atención de los niños y hace que puedas trabajar otros aspectos transversales de su vida a los que llegas a través de la disciplina y la dinámica de juegos. Esa implicación deportiva pretendemos hacerla extensible a su propia formación y estudios, ya que deben ser tan responsables en este punto como lo son en los entrenamientos. ¿Ha conseguido alguno de tus alumnos algún logro en lo deportivo o reconocimiento? Sí, tenemos un buen equipo formado y con buena capacidad deportiva y técnica. Hemos traído en varias ocasiones medallas desde precadetes hasta senior y eso me enorgullece mucho porque el resultado es parte de su esfuerzo, pero también de la implicación de todo el equipo y la comunidad al creer en él y darle esa oportunidad. ¿Es complicado trabajar como voluntaria en el contexto del Polígono Sur? No es complicado, el obstáculo lo ponemos nosotros mismos. El secreto está en saber adaptarte a las condiciones de cada persona y saber entender que cada persona es única y tiene unas condiciones diferentes. Es por tanto que los tiempos que cada uno necesita van a depender de sus circunstancias. Cuando trabajas en este contexto, esto debes tenerlo muy en cuenta. ¿Qué te aporta personalmente esta labor que realizas? Me aporta una gran satisfacción poder realizar con otros lo que han realizado conmigo anteriormente. El deporte es saludable y nos hace crecer como personas, ayudándonos a conocernos mejor y haciéndonos partícipes de nuestras propias posibilidades. ¿Cuáles son tus planes de futuro, seguirás de voluntaria? Mis planes de futuro son seguir entrenando con el equipo y acompañarles en todo lo que se propongan. Seguiré de voluntaria el tiempo que sea necesario puesto que los jóvenes necesitan una oportunidad y con nosotros la tienen garantizada en el sentido de que confiamos en ellos y queremos que saquen lo mejor de sí mismos.

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