Concretamente, el avión comercial accidentado es un ATR-72 de la compañía cubana Aerocaribbean, para viajes regionales y trayectos de corta duración. La aeronave cuenta con dos motores turbohélice y tiene una capacidad máxima de 74 asientos. Cerca del lugar del suceso, vecinos del poblado de Guasimal explicaron a periodistas que en la tarde del jueves vieron al avión volar muy bajo y hacer maniobras bruscas antes de estrellarse en un paraje rural con mucha vegetación.
Durante toda la noche del jueves, servicios de emergencias, autoridades locales y vecinos de la zona participaron en las labores de rescate, que aún continúan, a las que se ha sumado un equipo de expertos en criminalística para determinar las causas del siniestro. Sin embargo, hasta el momento las autoridades de la isla no han aportado indicio o dato alguno sobre los motivos por los que se estrelló el avión comercial ATR-72. No obstante, este accidente ha coincidido con la llegada de Tomas, una tormenta que se convirtió en huracán al acercarse a Cuba y Haití. En este sentido, la compañía francesa ATR, fabricante del avión siniestrado confirmó que, aunque las causas del mismo se están investigando, "según informes locales, el huracán Tomas estaba en la región".
Asimismo, esta tragedia aérea, una de las más graves ocurridas este año, es también la más severa en Cuba desde hace más de dos décadas. En ella han fallecido 40 cubanos y 28 extranjeros, de diez nacionalidades distintas. Entre los extranjeros se encuentran nueve argentinos, siete mexicanos, tres holandeses, dos alemanes, dos austríacos, un francés, un italiano, un japonés, un venezolano y un español. El ciudadano español es Manuel González Asensio, de 51 años y natural de Extremadura, que estaba de vacaciones en la isla.
Por su parte, Cuba comenzó a recibir las primeras condolencias internacionales, entre ellas las del presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, que envió un telegrama de pésame al presidente Raúl Castro.
