El último atentado mortal contra las tropas españolas en Afganistán no va a modificar la estrategia del Gobierno en la zona. O lo que es lo mismo, el Ministerio de Defensa no va a aumentar la cifra de 778 soldados destinados en territorio afgano.
El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero conoce el plan del presidente electo de EEUU, Barack Obama, de incrementar el número de soldados en Afganistán y ya tiene una respuesta: no se sumará a él. Al menos esa fue la idea que ayer transmitió el vicesecretario general del PSOE, José Blanco. Después de la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal de los socialistas, Blanco aseguró que Zapatero le había comunicado que el Gobierno no tiene planes para aumentar el número de efectivos destinados a Afganistán.
España, recordó el dirigente del PSOE, está comprometida con la comunidad internacional en varias misiones de paz y asume riesgos importantes para combatir el terrorismo internacional. Misiones todas ellas, incidió, amparadas y coordinadas por Naciones Unidas y la OTAN, y en las que se realiza "un trabajo esencial" para intentar llevar la normalidad a esas zonas azotadas por la violencia y el terrorismo.
Además, hizo notar que la presencia de las tropas es en la mayor parte de los casos la única garantía de protección de la población civil y la única forma de hacerles llegar alimentos y otros productos básicos. Blanco aprovechó la misma comparecencia informativa para transmitir el pesar de la dirección del PSOE por el atentado cometido el domingo al sur de Herat, en el que murieron dos soldados españoles.
En la misma línea se expresó el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien afirmó que España "no tiene que tener ningún complejo de lo que está haciendo en Afganistán", porque está "contribuyendo" en las áreas "fundamentales" para la rehabilitación y reconstrucción del país. La muerte de dos soldados españoles en un atentado "manifiesta claramente el compromiso de España", añadió. En declaraciones a su llegada al Consejo conjunto de ministros de Exteriores y Defensa de la UE, que se celebró ayer en Bruselas, Moratinos insistió en que los españoles "nos tenemos que sentir muy orgullosos" por la contribución española. Preguntado si tras lo ocurrido se hace necesario enviar más tropas sobre el terreno, el jefe de la diplomacia española consideró que "la cuestión no es si más tropas", sino que el debate es "cómo llevar a cabo una estrategia político-militar que ponga punto final a esta situación de inestabilidad en este país".
Ante la gravedad de la situación, el Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Javier Solana, recordó ayer que aunque la situación en Afganistán "es difícil", la Unión Europea debe mantener su implicación en este país y también defendió "revisar" la estrategia de la comunidad internacional en el país centroasiático que sea "buena" para las poblaciones afgana y paquistaní. "La situación es difícil, lo sabemos, pero es un escenario en el que tenemos que continuar estando implicados. Tenemos que ver cómo revisamos nuestra estrategia", explicó el jefe de la diplomacia europea.
Mientras tanto, la portavoz del grupo del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, pidió al Gobierno que unifique su criterio y aclare su posición sobre las condiciones en las que han de desplegarse en el exterior las tropas españolas, especialmente en Afganistán. Sáenz de Santamaría recordó que en los últimos días la ministra de Defensa, Carme Chacón, y Miguel Ángel Moratinos, emitieron "opiniones diferentes" al respecto. Por su parte, el diputado de IU Gaspar Llamazares reclamó al Ejecutivo que presente un calendario para su retirada, ya que el país se ha convertido en un "avispero" sacudido por las intervenciones "arbitrarias" de EEUU.
