Antes de afrontar dos salidas consecutivas, la primera para una finalísima en León, y la segunda en la guarida del campeón de Copa, el Joventut, el Cajasol debe resolver en casa un más que comprometido encuentro ante el Iurbentia Bilbao, equipo sólido donde los haya y cuya ejemplar faceta defensiva exigirá al máximo a los de Comas, que se hallan al borde del precipicio.
El sorprendente, por negligente, rendimiento ante el Gran Canaria y la consiguiente derrota, apretó más si cabe el margen de error para el Cajasol, quien, afortunadamente, se mantiene en el antepenúltimo escalón porque en deméritos aún les superan tanto el Estudiantes como el León. Eso sí, los de Gustavo Aranzana arañaron un triunfo en Granada que mira que puede poner calentito el choque de la próxima semana. El equipo de Comas tiene en su mano rebajar un buen tanto la tensión y los nervios que se respiran en la entidad, porque los leonenses visitan en esta jornada al Joventut y Estudiantes recibe al Tau, por lo que una victoria propia debería ampliar de nuevo la distancia con el fantasma del descenso.
La intolerable defensa opuesta al Gran Canaria y la sensación tan acusada de equipo blando y sin recursos que dio el Cajasol anima a concluir que a Comas se le ha caído el equipo en un momento crítico, cuando debe sumar y sumar para no verse de frente con los grandes de la liga angustiado por la necesidad de ganar. Sería algo así como un suicidio. Grande, en esta temporada, debería considerarse también el Iurbentia Bilbao, que tras dos temporadas iniciales consolidando su status ACB, en esta ha explotado, y de qué manera.
A la altura de la jornada 21 aún no conoce la derrota en su cancha de La Casilla y a domicilio ha arrancado cinco triunfos y seis derrotas, que si bien es verdad que ha caído en canchas como León, Murcia o Granada, también ha ganado en Badalona, Vitoria y Málaga.
En Sevilla, donde han ganado en las dos últimas visitas, el semifinalista de la Copa del Rey se presenta con dos bajas sensibles precisamente heredadas de la cita en Vitoria, donde dejaron una buenísima imagen. Su ala-pívot Martin Rancik, quinto anotador (7.7) y tercer reboteador (3.5) del equipo se lesionó la rodilla izquierda y el alero Lucas Recker, segundo anotador del grupo (10.6) tuvo una luxación en el hombro izquierdo. Sin ellos, no obstante, lograron vencer en la jornada precedente en casa al Polaris World Murcia (71-60), de nuevo siendo el equipo que menos encajó de la jornada, para un promedio de 71.57, casi nueve puntos menos que el Cajasol (80.19), que si tiene un talón de Aquiles es precisamente en defensa. Esa mejora sine qua non se une al apartado reboteador, donde los de Vidorreta son también especialistas, comandados por Frederic Weis, el líder en rechaces totales (7.76) y segundo en ofensivos (2.67).
Disponen de una de las mejores parejas de bases de la Liga con Marcelinho Huertas (14.2 puntos), ex compañero de Bennett en el Joventut, y Javi Salgado (10.3), con lo que Miles y el propio Bennett tendrán que elevar mucho sus prestaciones respecto al partido ante el Gran Canaria.
