Durante las clases de investigación científica ponemos mucho énfasis en evitar la confusión en las conclusiones. Tiene lugar cuando no se sabe a qué se debe lo que ocurre, pues pasan varias cosas al mismo tiempo. El profesor Hassan Fazeli explica el principio de confusión con las personas: "cuando alguien defiende algo que le conviene, no podemos saber si lo hace porque es lo correcto".
Los medios de comunicación publican la polarización de la población de Bolivia. El Gobierno de Evo Morales plantea una reforma constitucional de tintes socialistas: redistribución interna más equitativa del poder y de la riqueza, junto con independencia del país frente a organizaciones empresariales extranjeras.
Los opositores acusan al gobierno de antidemocrático. ¿Tal vez es la forma democrática lo que está en juego? A estas alturas sabemos que esta acusación es la habitual en los encontronazos discursivos. Es un recurso literario, no una observación. Cuando conocemos que estas voces provienen de quienes más tienen en Bolivia y que los empobrecidos y olvidados apoyan a Morales, se disipan las dudas. ¿Qué es lo que nos jugamos realmente en este rincón americano?
