La Federación Española de Fútbol hizo públicos ayer los calendarios de la temporada que empieza en agosto para los cuatro grupos de Segunda división B, deparando en el arranque del Grupo IV nada menos que un derbi Betis B-Sevilla Atlético.
Un calendario en todo caso provisional, y es que llegar al 31 de julio es un calvario a veces para muchas entidades, que están denunciadas por los jugadores por no haber cumplido la directiva con sus compromisos de pago. Se dice que las deudas que hay que saldar este verano superan en mucho a las de años anteriores, unos sesenta millones de euros, que han de repartirse en apenas setenta entidades.
De los equipos andaluces, los más señalados son el Granada, el Marbella, el Poli Ejido, el Lucena y especialmente por lo grave de su situación el Linares y el Écija. El club ecijano todavía no ha movido ficha para preparar siquiera la pretemporada, sin entrenador y con la mayoría de sus jugadores fichados en otros clubes o buscando equipo los que todavía tienen ficha en vigor.
Faltan quince días para que termine el plazo. Con todo, casi nadie cree que la sangre de los descensos pueda llegar al río de la Tercera división. La capacidad de persuasión de los directivos y la responsabilidad de los deportistas impedirá que algunos equipos pierdan la categoría.
