La que fuera Casa de la Juventud de Los Palacios y Villafranca es hoy un edificio vetusto del que el Ayuntamiento ha desalojado a todos los colectivos que lo ocupaban hasta ayer porque, según fuentes del equipo de gobierno, «más vale prevenir que curar». Tras una primera inspección de los técnicos de Urbanismo, el miércoles se tomó la resolución de apuntalar la segunda planta, después de caerse unos cascotes del techo que alarmó a sus inquilinos: el Club Ciclista, el Club de Atletismo, el Club de Pesca, el taller de Bordadoras de Los Palacios y Villafranca o el Consejo de Hermandades y Cofradías, entre otros. Aunque el peligro parece concentrarse sobre todo en la segunda planta, el equipo de gobierno de Juan Manuel Valle (IP-IU) ha preferido no arriesgarse y buscarles a los colectivos otras dependencias municipales como la antigua guardería municipal o el antiguo colegio Andrés Bernáldez, ya ocupado por otras asociaciones.
La mayoría de los colectivos se enteraron ayer mismo de que tenían que salirse. De hecho, las bordadoras trabajaban en su sede a media tarde. Ahora le piden al Ayuntamiento una ubicación que se ajuste a sus necesidades. «No es que necesitemos seguridad, pero tenemos que entregar trabajos urgentes y los materiales nos cuestan mucho, aunque a cualquiera no les sirva», comentaba ayer una bordadora. «Hemos llevado muchas cosas al pabellón municipal», señalaba un miembro del Club de Pesca. En cualquier caso, todos han tomado conciencia de la peligrosidad del estado del edificio al ver los puntales colocados en la escalera de acceso.
La que fuera Casa de la Juventud del pueblo hasta que hace una década se inaugurase el Círculo Joven un edificio moderno en pleno centro urbano es un edificio de 35 años de historia que no ha sido sometido a ninguna reforma. En la azotea, la tela asfáltica no fue tapada por otros materiales ni por solería. Las continuas filtraciones de agua han hecho que se desprendiera la escayola de los techos superiores, y también que los postes laterales se encuentren en mal estado. Los técnicos municipales tendrán que estudiar ahora todos los desperfectos y la reparación. «Es fruto de la falta de mantenimiento desde hace muchos años», decían ayer desde el equipo de gobierno municipal de Valle.
La Casa de la Juventud constituye junto a la silueta de la parroquia mayor de Santa María la Blanca el icono más célebre de Los Palacios y Villafranca, no tanto por el edificio en sí mismo sino por la altísima palmera que hay en su patio posterior, que se mide con la torre del campanario. Durante años, esta estampa junto al lema Los Palacios, un pueblo joven fue el icono promocional de este municipio de 38.000 habitantes del Bajo Guadalquivir.
