La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid ha detectado en una explotación ganadera de Galapagar un caso de Encefalopatía Espongiforme Bovina, conocido como "mal de las vacas locas". A través de un comunicado, la Consejería informó de que el animal afectado, de diez años de edad, ha sido sacrificado en un matadero de la región.
El caso fue confirmado el 29 de diciembre último por el Laboratorio Regional de Sanidad Animal. A partir de entonces, las autoridades han seguido el protocolo establecido para este tipo de casos, de manera que las muestras de tejido fueron enviadas al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, que depende del Ministerio Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
El Laboratorio ratificó el miercoles el diagnóstico, según la nota de la Consejería, que aseguró que el caso no afectará a la cadena alimenticia gracias al Plan de Vigilancia y Control de las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles de los Animales de la Comunidad de Madrid. Se trata de un dispositivo que garantiza la detección y eliminación de las reses afectadas.
La Comunidad de Madrid, en coordinación con el Ministerio Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y el departamento de Salud Pública de la Consejería de Sanidad, procederá al sacrificio de los dieciocho animales existentes en la explotación ganadera así como de todos aquellos que nacieron en la granja doce meses antes y doce meses después del nacimiento del animal.
Desde el año 2000, en la Comunidad de Madrid han sido detectados seis animales afectados por el mal de las vacas locas, el último de los cuales en 2004. En la región madrileña hay unas 4.800 explotaciones ganaderas, en las que durante el año pasado las autoridades llevaron a cabo más de 10.000 inspecciones.
