Según el Instituto Armado, el dueño de este local tiene su vivienda justo encima y se despertó de madrugada al escuchar un fuerte golpe, lo que le hizo sospechar que le podían estar robando en ese mismo momento y avisó a un teléfono de urgencias.
Una vez personada una patrulla de la Guardia Civil, los guardias observaron que había muchos cristales rotos en el suelo cerca del local, así como una arqueta de la calle tirada, la cual pudo ser arrojada contra el cristal del establecimiento supuestamente por presuntos ladrones. Los policías locales que también se encontraban en la zona, alertaron de que un individuo había salido a través del cristal roto y se había dado a la fuga. Así, la Guardia Civil y la Policía Local del El Cuervo persiguieron al presunto ladrón y consiguieron interceptarlo en las proximidades del lugar, cargando con una cámara de fotos y una gran caja negra, donde se guarda el dinero de la recaudación de la tienda. En este sentido, se detuvo a la persona y fue puesto a disposición del Juzgado de Guardia.