La Policía ha detenido a una mujer en Huelva por simular una violación para que le fuera practicado un aborto. La interrupción del embarazo por agresión sexual es uno de los supuestos que permite la legislación vigente. La mujer pretendía evitar que su marido se enterara de que se había quedado embarazada de su amante.
La Policía ha terminado arrestando a quien, en principio, parecía la víctima de un truculento suceso. El pasado 24 de julio, una mujer centroamericana de 27 años se personó en una comisaría de policía de Málaga para denunciar que había sido víctima de una violación. La joven describió a los agentes la siguiente escena: estaba paseando alrededor de la medianoche por el centro de la ciudad, cuando fue abordada por detrás por un joven a quien no pudo identificar porque llevaba el rostro cubierto. El asaltante la metió a la fuerza en la parte posterior de un vehículo y, una vez dentro, condujo hasta una zona deshabitada, donde la agredió sexualmente. Después la sacó del coche y la dejó abandonada en un descampado.
La supuesta violación había ocurrido hacía dos meses y medio, el pasado 15 de mayo. Cuando los agentes le preguntaron a la mujer por qué había tardado tanto en denunciar que había sido agredida, ésta respondió que trataba de evitar que su marido se enterara de lo ocurrido. Lo mantuvo oculto hasta que se supo que se había quedado embarazada a consecuencia de la violación, y entonces decidió enfrentarse a los hechos y presentar la denuncia en la comisaría.
Sin embargo, la Policía terminó averiguando que todo el relato había sido inventado con una doble finalidad: en realidad, la mujer le era infiel a su marido, y fruto de la relación que mantenía con su amante, quedó embarazada. Se inventó la historia de la violación, porque la legislación española permite abortar a las víctimas de una agresión sexual que han quedado embarazadas. De forma que, acogiéndose a uno de los supuestos legales para poder interrumpir un embarazo, la joven evitaría tener el niño y que su marido se enterase de su infidelidad con otro hombre.
Tres días después de haber presentado la denuncia por violación en una comisaría, y tras acreditar un cuadro psicótico a consecuencia de la supuesta agresión, la mujer se presentó con la documentación pertinente en un centro hospitalario solicitando que le fuera practicado un aborto.
Al final, las investigaciones llevadas a cabo por los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta determinaron que todo había sido una invención. Las pruebas y la declaración no concordaban. Tras pasar la mujer a disposición del Juzgado de Instrucción número 11 de la capital, prestó declaración ante su titular y quedó en libertad sin cargos.
En la realidad, el delito falso que denunció esta mujer -abuso y agresión sexual- afecta cada año a más de un millar de andaluzas. Los últimos datos del Ministerio de Igualdad son de 2007, cuando hubo 1.395 casos de abusos y agresión a mujeres. En España hubo 6.845 delitos sexuales ese año, de los cuales 1.573 fueron violaciones con penetración.
