Como un reguero incesante siguen llegando datos de la presunta venta de las acciones de Manuel Ruiz de Lopera al grupo BSport. Los siguió ofreciendo ayer Manuel Castaño, quien puso sobre la mesa los tributos a pagar por Farusa.
Manuel Castaño se está convirtiendo en los últimos días en la única voz dentro del club que se atreve a hablar del traspaso de las acciones controladas por Manuel Ruiz de Lopera al grupo BSport. En espera de que todo se formalice antes de la finalización del presente mes, algunos datos interesantes saltan a la opinión pública. En concreto, Castaño ayer desveló la cuantía que tiene que pagar Farusa por la plusvalía conseguida por la venta de sus acciones. Lo adquirido por 3,7 millones de euros en 1992 se vende ahora por 70 millones. Negocio redondo para el todavía consejero delegado del Betis (huecas quedan las palabras pronunciadas por el propio Castaño hace algunos meses cuando afirmaba que Lopera no iba a especular con su paquete de acciones). La cuestión es que debido a la enorme plusvalía generada, y siempre según Castaño, Lopera deberá pagar un 15% de la misma al fisco, es decir, casi diez millones de euros, lo que muestra la magnitud de la operación que se gesta.
En una interesante entrevista en Radio Sevilla, Castaño adelantó también que ya se ha informado al Consejo Superior de Deportes del traspaso de acciones que se ha llevado a cabo en el Betis, puesto que la ley de Sociedades Anónimas Deportivas impide a los máximos accionistas de un equipo tener más del cinco por ciento de otro. Se está a la espera de recibir la notificación del organismo deportivo como un requisito más para poder firmar la venta de las acciones de Farusa.
Después de reiterar que Lopera no está planeando una autoventa, como cada vez se piensa más en amplios sectores del beticismo, Castaño pidió respeto para los señores que presuntamente se harán cargo de la gestión del Betis, aunque no dejó de reconocer que el paquete de acciones de Farusa debería pasar a otras manos. "Yo a los señores de BSport no los conozco, pero no quiere decir que no sean béticos. Tampoco tiene que ver mucho que no sean de Sevilla. Benito Villamarín tampoco lo era", indicó Castaño, quien sí confesaba que "es evidente que a mí me gustaría que el paquete de acciones de Farusa hubiera pasado a béticos de reconocido prestigio, pero también es evidente que no hemos sido capaces de hacerlo, yo el primero. Esas acciones deben estar en manos de béticos de toda la vida, pero parece que han sido otros los que han conseguido la financiación".
Por primera vez dentro de todo este asunto, un consejero se ha atrevido a poner el dedo en la llaga. Los señores de BSport, ni son béticos de prestigio ni tienen dinero suficiente para afrontar esta operación. ¿Dónde está el truco?
