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El Salvador ultima su operación estética que devolverá a esta céntrica plaza a una estampa similar a la que presentaba en el siglo XIX. Desaparecerán los coches, el suelo se reformará con nuevos adoquines de granito y se renovará el mobiliario. El equipo de Gobierno garantiza que estará lista el 15 de octubre.
El pasado 15 de julio, la operación de remodelación del espacios del Centro Histórico La Piel Sensible llegó a la Plaza de El Salvador. Lo hizo con medio año de retraso -estaba previsto que comenzase a principios de 2008 -al mismo tiempo que los trabajos de remodelación del templo-, pero finalmente las obras se retrasaron al verano. Los trabajos arrancaron sin apenas detalles. El equipo de Gobierno se limitó a definir las líneas generales de su actuación, con el objetivo marcado de devolver a este espacio su imagen tradicional, sin los toques innovadores de otras zonas como la Plaza del Pan. La confusión marcó la reacción de comerciantes y vecinos, que ni siquiera conocían el plazo de finalización de la obra.
El alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, decidió incluir este espacio en su estrategia marcada este verano de relanzar sus proyectos y de recobrar su control sobre el equipo de Gobierno tras las últimas crisis. Se reservó para un acto celebrado ayer -en el que estuvo acompañado del consejero de Presidencia, Gaspar Zarrías- la concreción de sus planes para este histórico espacio. Finalmente, deberá estrenarse el próximo 15 de octubre, según el plazo difundido públicamente por el regidor.
El espacio que se remodelará, 2.500 metros cuadrados, entre la Plaza de El Salvador, la calle Villegas y el inicio de Álvarez Quintero, permitirá la supresión del tráfico rodado -excepto para los vehículos de emergencia y de mantenimiento- y supondrá la sustitución de la superficie. Se instalarán dos tipos de adoquines de granito, ambos instalados en un solo plano.
La instalación de dos tipos de materiales responde a la intención municipal de rescatar la imagen que tenía la plaza en el siglo XIX, cuando contaba con un paseo de salón en el centro, situado en alto y flanqueado por árboles de sombra y bancos de fábrica con respaldo de forja. El proyecto plantea así que en los bordes se instale una solería de granito gris alba en dos tamaños, con todas las caras aserradas, la superior abujardada y dispuesto sin junta. En el centro se optará por otro tono, Gris Quintana, con la cara superior abujardada y juntas rugosas enrasadas, para "favorecer la comodidad en el tránsito peatonal", según difundió el Consistorio en un comunicado. Entre ambos pavimentos se instalará un encintado de granito gris alba. Los adoquines de cada una de estas zonas tendrán su propia distribución geométrica.
Aunque se barajó inicialmente, no se instalarán elementos de mobiliario urbano, salvo aquellos que impidan el paso de vehículos. No habrá así, según aparece en el diseño facilitado por el Consistoriob bancos de granito blanco con respaldo de forja, como los incluidos en la Alfalfa, tampoco se colocarán más contenedores de basura en el inicio de la calle Villegas. Sí se mantendrán los naranjos que actualmente rodean la plaza, a los que se añadirán otros para reforzar la sombra de este espacio. La estatua central de Martínez Montañés no cambiará de sitio pese a los planteamientos iniciales del Consistorio.
Pese a que hasta ahora las restricciones de tráfico no han conseguido liberar a este espacio del aparcamiento y la circulación de coches, toda esta operación servirá para vetar completamente el paso de vehículos. La carga y descarga sólo se podrá realizar en un tramo de la calle Villegas.
Todo este proyecto ha tenido un coste para las arcas municipales de 929.505 euros, un presupuesto que ha incluido el desmontado de la solería existente, la mejora del firme superficial, nuevas canalizaciones de alumbrado público y la regeneración del pavimento. El diseño parte del proyecto original de José Carlos Mariñas que ha sufrido sensibles modificaciones para adecuarlo a una estética más tradicional, que él mismo ha cuestionado públicamente.
