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El agua busca solidaridad y la encuentra

Emasesa restableció ayer el agua de la casa de la familia de Vanesa y Abel, que acordó con la empresa metropolitana un pago mensual de 25 euros hasta que uno de los dos encuentre un trabajo y puedan saldar su deuda.

el 08 mar 2014 / 10:02 h.

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En la casa de Vanesa Pérez, Abel Hernández y sus dos hijas de uno y nueve años ya corre el agua por el grifo. Emasesa restableció ayer el suministro tras 24 días sin este servicio básico por los impagos de la familia, sin ingresos desde que Vanesa y Abel, parados de larga duración, se quedaron sin prestaciones. Ayer respiraban tranquilos porque se ha solucionado uno de sus grandes problemas, la falta de agua. Vanesa Pérez, Abel Hernández y su hija pequeña, en el salón de su casa en Juan XXIII. / Foto: Pepo Herrera Vanesa Pérez, Abel Hernández y su hija pequeña, en el salón de su casa en Juan XXIII. / Foto: Pepo Herrera En menos de 48 horas desde que el consejero delegado de Emasesa, Jesús Maza, asegurase en el programa La Lupa de El Correo TV que el problema de esta familia tendría una solución porque «por 500 euros no vamos a dejar a una familia sin agua», la empresa volvió a restablecer el suministro. Pagarán 25 euros al mes y desde El Correo de Andalucía y el Grupo Morera & Vallejo se logró que la deuda de la familia se aplace dos años, tiempo en el que trabajaremos para buscar soluciones para saldarla. Vanesa explicó a esta redacción que tal y como le solicitó Maza durante la entrevista realizada por la directora de El Correo TV,Elisabeth Ortega, acudió a las oficinas de la empresa municipal en Escuelas Pías para intentar resolver su situación. «Estuve allí tres horas. Me atendieron tres personas y finalmente firmé un acuerdo por el que pagaremos 25 euros del 1 al 10 de cada mes hasta que encontremos un trabajo mi marido o yo», aseguró esta madre vecina de la barriada de Juan XXIII. La familia de Vanesa y Abel deben a Emasesa 572 euros. En el último año han sufrido varios cortes de suministro, pero ayer ya pudieron ducharse «en casa y preparar el biberón» como cualquier otra familia. «Yo no quiero que me regalen nada, dije en Emasesa que solo pido un trabajo, limpiando, cerrando o mandando sobres, lo que sea. Seguiremos luchando por los derechos de nuestras hijas aunque solo tenemos nuestras manos y nuestros pies», reiteró Vanesa, que por las tardes acude a un locutorio del barrio para tener acceso a Internet (en casa no tiene ordenador ni conexión)y así «leer los decretos y normativas referentes al suministro de agua, a la dación en pago...». «Yo me informo de todo para hacer las cosas bien, igual que pregunto el nombre del funcionario que me atiende siempre que voy a Emasesa, al banco o a cualquier otra administración. Yo llevo mis papeles y acredito que estamos en riesgo de exclusión social, que no pido por pedir ni engaño. Nuestra necesidad es real y así los saben las trabajadoras sociales», sostiene Vanesa, que también intenta lograr la dación en pago para liquidar una hipoteca de 574 euros al mes que no puede pagar desde hace ya año y medio. La razón es que tanto Vanesa como su marido llevan alrededor de dos años sin trabajo. Ella estuvo tres meses recogiendo fresas en 2012, mientras que su marido «trabajó en octubre pasado unos quince días, pero sueltos, ayudando en la construcción de una casa». Nada más. Por eso también tiene problemas para pagar el recibo de la luz e incluso para poder comer cada día. Y, por ahora, la única ayuda que están recibiendo es la de familiares –tampoco en una situación socioeconómica muy buena– y de organizaciones como Cáritas. Desde que este periódico publicó su caso el pasado miércoles, varias personas se pusieron en contacto con El Correo para ofrecer ayuda a la familia. Una de ellas fue Ángel, un jubilado de 80 años «con una pequeña pensión». «Este hombre quería ayudarnos, pero le dije que con esa pensión lo mejor que podía hacer era preguntar a sus amigos o familiares, a sus vecinos, por si alguien tenía un trabajo para mi marido o para mí. Es la mejor forma de ayudarnos», comentó Vanesa agradecida. En el programa de La Lupa de El Correo TV, Jesús Maza aseguró que si la familia contactaba con ellos tendría «una solución». «Por 500 euros no vamos a dejar a una familia sin agua», aseveró el consejero delegado de Emasesa. Fuentes municipales indicaron que se han reforzado los servicios de atención a disposición de los clientes de Emasesa, incluyendo una atención personalizada, estudiándose las situaciones particulares de los mismos y ofreciendo soluciones que, dentro de la normativa que regula este servicio, permitan dar una respuesta, «llegando en la mayoría de los casos a soluciones satisfactorias para ambas partes, lo que ha evitado el corte de suministro». En el pasado año 2013 se evitaron 7.200 cortes del suministro valorados en alrededor de 1,5 millones de euros. Maza, al igual que el propio alcalde, Juan Ignacio Zoido, defendió que la empresa de agua siempre intenta «adaptar» el recibo «a lo que puede pagar cada familia», si bien previamente es necesario que estas personas acrediten su situación de precariedad económica a través de los servicios sociales municipales y de la propia empresa.

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