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El anciano acusado de matar a su mujer acepta seis años de prisión

El juicio se venía celebrando desde el martes, pero ayer se disolvió al llegar las partes a un acuerdo. El anciano acusado de matar a su mujer aceptó seis años de prisión, ya que las acusaciones contemplaron la eximente incompleta de enajenación transitoria.

el 15 sep 2009 / 22:15 h.

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R. Velis / O. Granado

El juicio se venía celebrando desde el martes, pero ayer se disolvió al llegar las partes a un acuerdo. El anciano acusado de matar a su mujer aceptó seis años de prisión, ya que las acusaciones contemplaron la eximente incompleta de enajenación transitoria. En breve, podría salir de prisión.

El juicio a Antonio A.O., de 81 años, estaba a punto de finalizar tras cuatro días. El jurado popular había escuchado la declaración del acusado, que relató con detalle cómo mató a su mujer, de todos los testigos y de los forenses y psiquiatras que reconocieron al procesado. Sólo quedaba los informes de cada una de las partes, pero este trámite, previo a la deliberación del jurado, no llegó a cumplirse porque la partes llegaron a un acuerdo previo, según informaron fuentes del caso.

El fiscal y las otras tres acusaciones, que pedían 25 años por un delito de asesinato, aceptaron contemplar la eximente incompleta de enajenación mental transitoria, tras quedar demostrado en el juicio que el acusado, tal y como él mismo declaró, cometió los hechos bajo una fuerte depresión que le impidió discernir. El abogado de la defensa, Jesús Cerdera, solicitaba la eximente completa, lo que hubiera implicado su absolución. Al final, la pena se rebajó a seis años de prisión.

Al mínimo. De esta forma, al reducirse la pena hasta el mínimo legal fue posible disolver el jurado popular que estaba enjuiciando la causa. Además, al ser una pena de seis años y dada la avanzada edad del acusado, su letrado podrá solicitar que se le conceda la libertad condicional, con lo que en pocos días el anciano podría salir de la prisión, en la que ingresó de forma preventiva tras cometer los hechos, el pasado 4 de mayo de 2007.

En la primera jornada de la vista, que comenzó el martes, Antonio A.O. reconoció los hechos y explicó al jurado que si mató a su esposa, Consuelo G.O., fue porque "no quería dejarla sola". El anciano dijo que entonces sufría una fuerte depresión que le había llevado a la idea de quitarse la vida y que pensaba que su mujer, enferma y de 86 años, no iba a poder desenvolverse sola, pues él era el que la cuidaba y el que resolvía los asuntos del hogar.

De esta forma, tras dos o tres días planteándoselo, finalmente le asestó 20 navajazos la noche del 4 de mayo de 2007, cuando ambos estaban viendo la televisión y ella estaba recostada en el sofá, con la cabeza apoyada en uno de los brazos. "Lo único que tenía descubierto era el cuello" y fue allí donde le dio un primer navajazo, al que siguieron otros 19 para que "muriera pronto y sin sufrir", explicó el acusado, quien declaró que fue la depresión la que le "obligó" a ello.

Los hechos estremecieron a Utrera y a los vecinos de la barriada Madre Carmelita, donde el matrimonio vivía. De hecho, en la segunda jornada del juicio todos coincidieron en que Antonio es "un buen hombre" y que nadie podía esperar que ocurrieran unos hechos así, con los que puso fin a 40 años de unión, de la que no nació ningún hijo.

Por su parte, los forenses que entrevistaron al acusado coincidieron en que sufría una profunda depresión en el momento de los hechos. Antonio dijo en el juicio que "nunca" fue "amante de la vida", porque había sufrido mucho desde pequeño cuando su padre "pegaba a mi madre y a mi hermano cuando volvía borracho".

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