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El Bajo Guadalquivir concentra el mayor número de caballos de la provincia

Ni Utrera ni Los Palacios ni Dos Hermanas. Al menos por separado. La comarca del Bajo Guadalquivir aglutina en su conjunto el amor y dedicación por el caballo. Tienen más de 7.000 razones para pregonarlo a los cuatro vientos.

el 03 nov 2009 / 18:12 h.

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Ayala marca a uno de los caballos de su yeguada.

¿Sabe dónde hay más caballos en la provincia de Sevilla? Según los datos de la Consejería de Agricultura, es Utrera, con 2.887 caballos, la ciudad que más ejemplares tiene censados, seguida por Los Palacios y Villafranca, con 2.617, y Dos Hermanas, con 2.238, lo que deja claro que el Bajo Guadalquivir concentra estas ganaderías. Son una forma de vida para mucha gente y un sector al que le afectan muchos factores, como la crisis o el clima, ya que las escasas lluvias, por ejemplo, impiden la siembra para darles de comer en condiciones.

Si se abre un poco el abanico, el municipio con más explotaciones equinas de la provincia es Los Palacios y Villafranca, con 608, repartidas entre los citados 2.617 caballos, además de 144 asnos y 520 mulos. En este municipio existe una tradición de trabajo con mulos considerable. De hecho, están en auge últimamente los concursos de acarrear grandes piedras y comprobar qué mulo llega más lejos. Estas competiciones suelen verse en las ferias agroganaderas de Andalucía.

Utrera, a pesar de tener más caballos, tiene casi la mitad de explotaciones equinas que Los Palacios y Villafranca, con un total de 371. En total agrupan 2.887 caballos, 101 asnos y 268 mulos. De todas maneras, es el municipio estrella en esta ganadería. Tiene la mayor de la provincia: la Yeguada Ayala, del empresario Rafael Ayala, que en su finca concentra 600 caballos, casi el 20% de todos los ejemplares de Utrera. Es más, 120 hectáreas de terreno son las que más caballos albergan en Sevilla.

Pero no sólo es una finca grande, sino que también destaca por su calidad: sólo este año lleva ganados cinco premios en concursos. Y ahora se prepara para el Salón Internacional del Caballo (Sicab) que empieza el día 24. "Tenemos especial ilusión por Lirona RAM, una yegua de seis años que ya ganó varios premios y es uno de los mejores animales que tenemos, por lo que creo que va a batir todos los récord", comenta el empresario.

Pero en el mundo del caballo, como en el del fútbol, también hay canteranos que destacan, y Perica RAM, con dos años, ya es campeona de raza joven de 2009. "Son de los mejores animales que irán al Sicab en tres semanas", explica el empresario, que a sus 53 años tiene una de las mejores ganaderías de España, premiada cinco veces con esa distinción.

"Yo desde niño soñaba con tener una ganadería con la que vivir y mantener a mi familia, trabajar en lo que te gusta es lo que queremos todos, pero nunca imaginé que podría tener una tan grande y tan importante", cuenta, mientras sonríe viendo pasear a su campeona.

"Está perfecta, quizá un par de kilos tiene que perder todavía", comenta con uno de sus 12 empleados. Para él, el mejor momento del día es "a las seis de la tarde, cuando todos acaban la faena" y se queda "un rato paseando por la finca" y viendo a sus caballos. "El caballo es de los animales más hermosos y más nobles que hay", sentencia.

Su cuadra fue creciendo a lo largo de 14 años, pero ganó en calidad con Educado X, un pura raza inigualable que en la finca debe tener más de 400 hijos, y otros tantos nietos. Es el padre de casi toda la manada. "Lo que pasa es que ya es muy mayor, y lo tenemos en un centro veterinario sacándole semen como buenamente podemos", revela sabedor de que la genética de Educado X es simplemente excepcional.

El veterinario Alfredo Letardo expone que Dos Hermanas también tiene un gran peso en el mundo del caballo por su calidad, que hace que a sus cuadras lleguen domadores de España y Latinoamérica (sobre todo Argentina) para entrenar a sus animales. En La Corchuela, por ejemplo, existe un picadero idóneo para entrenar caballos para el polo, un deporte de mucha afición en países como Gran Bretaña. Y con la llegada del invierno "el hipódromo se convertirá en una residencia para caballos que pasarán allí toda la estación, preparándose y entrenándose para los distintos concursos", augura el veterinario, claro conocedor de este pujante sector.

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