Sustentado por el negocio tradicional y las plusvalías por la venta de participadas, el beneficio conjunto de Unicaja, Cajasol, Cajasur, Cajagranada y Caja Jaén se acercó en 2007 a los 800 millones de euros, tras crecer un 16,34%. La ralentización del crédito, clave.
Las cinco cajas de ahorros andaluzas registraron un beneficio neto consolidado de 794,37 millones de euros en el conjunto de 2007, con un crecimiento del 16,34% respecto al año anterior. Ese porcentaje estuvo casi tres puntos por debajo de la media del sector español (el 19,2%), y destacaron, en términos relativos, los ritmos de las entidades cordobesa, granadina y jiennense, todos ellos por encima del 24%, frente al 17,4% de Unicaja o el 5% de Cajasol, esta última con comparaciones aproximadas, dado que su nacimiento, fruto de la fusión de El Monte y San Fernando, se efectuó la primavera pasada, bien entrado ya el ejercicio.
No obstante, la malagueña, que preside Braulio Medel, se mantiene, y con holgura, como la primera caja andaluza por beneficio (también en el resto de las principales magnitudes), al arrojar 357,7 millones de euros y absorber el 45% del resultado neto consolidado (de la caja más su grupo empresarial) de estas cinco entidades con sede social en la comunidad. En el caso de la sevillana, al mando de Antonio Pulido, hay que tener presente, asimismo, el impacto de los costes del proceso de fusión.
Este cotejo de datos, facilitados ayer por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), se realiza sobre las cifras definitivas publicadas en el anuario de 2006, y que tienen en cuenta los ajustes y correcciones que las propias entidades financieras envían en los primeros meses del año.
Lejos quedan ya los tiempos de suma alegría en la concesión de créditos, con porcentajes de incremento anual que rozaban el 30%. La prudencia ante la peor coyuntura económica y la desaceleración del mercado inmobiliario, con el consiguiente endurecimiento en las condiciones de las hipotecas y a la hora de soltar financiación a las promotoras, hizo que la inversión crediticia de las cajas andaluzas limitara su expansión al 13% en 2007, hasta los 72.148, 7 millones de euros.
Depósitos.
En cambio, y al igual que toda la banca española, se hizo especial énfasis en la captación de recursos de los clientes, que se apuntó un alza del 9,84%, con un saldo de 67.439,93 millones a 31 de diciembre pasado. De la suma de inversión crediticia y depósitos resultan 139.588,62 millones de euros de negocio (23,22 billones de las desaparecidas pesetas).
Al analizar los distintos epígrafes de la cuenta de resultados afloran las claves del año. El margen de intermediación, que mide la actividad típica de captar y prestar dinero, creció un 11,85% para el conjunto de las cajas andaluzas. Si a este indicador se suman las comisiones y resultados por operaciones financieras, se extrae el margen de ordinario, que aumentó el 8,84%. El margen de explotación, que resta al anterior los gastos inherentes al desarrollo de la actividad -los más importantes, los de personal y administrativos- se elevó un 7,43%. Por último, el beneficio antes de impuestos (o bruto), que entre otros ingresos tiene en cuenta los extraordinarios (por ejemplo, plusvalías por la venta de empresas), subió un 12%.
Y todo esto, ¿qué quiere decir? Pues que el crecimiento de 2007 se sustentó sobre el negocio tradicional, pero también en los beneficios extraordinarios, que saldaron 2007 con 167,06 millones, el 15% más.
En cuanto a la cartera empresarial (empresas del grupo y participaciones), se colocó en 4.822,9 millones de euros (valor contable o en libros, no de mercado), tras escalar un 7,14% en el año. De esa cuantía, 3.001,24 millones correspondían a Unicaja y 864,26 millones, a Cajasol, las únicas que aumentaron, mientras que se redujo en Cajasur (un 16,4%, hasta 457,45 millones), Cajagranada (-1%, hasta los 490,77 millones) y Caja Jaén (con 9,13 millones, el 40% menos).
¿Cómo afectó el cambio de ciclo económico? El colchón financiero de las cinco entidades frente, principalmente, a las insolvencias, se colocó en 558,87 millones, un 3,2% más. Menor ritmo que en años pasados, la prudencia viene de largo.
